El presidente de China, Xi Jinping, destaca la aportación de su país a la globalización económica y a la cooperación a escala mundial.
Ha confirmado que impulsa una reforma integral con determinación y esfuerzos sin precedentes. Anuncia Xi que no establecerán cláusulas injustas del comercio y que participará en la reforma y construcción del sistema de gobernanza mundial.
Además de garantizar la soberanía, seguridad y desarrollo de los intereses de China, el país seguirá comprometido con la reforma y la apertura y adoptará un enfoque de beneficio mutuo y calidad superior en la apertura, dijo el presidente.
El presidente de China ha participado en conferencia en una escuela de negocios junto con el consejero delegado de Apple, Tim Cook y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, quien expresó su confianza en el futuro de China y esperan que la visita de Donald Trump este mes profundice la apertura del gigante asiático.
Xi asegura que China está dispuesta a trabajar con EEUU para ver mucho más allá y más alto, tomar en cuenta los respectivos intereses y preocupaciones, resolver de forma adecuada las diferencias y promover de forma conjunta la cooperación China-Estados Unidos para así realizar un beneficio mutuo y una situación de ganancia mutua.
Corea del Sur y China acercan posiciones
Así lo han asegurado tras una reunión entre el director de la Oficina de Seguridad Nacional surcoreana, Nam Gwan-pyo, y el viceministro de Exteriores chino, Kong Xuanyou. Ambos esperan normalizar sus relaciones pese a su discrepancia en torno al escudo antimisiles estadounidense. Es el primer acercamiento tras el boicot chino a varios productos coreanos. Además ambos presidentes de reunirán la semana que viene en la cumbre de la APEC. El director de seguridad surcoreano espera que avancen: "Esta cumbre puede ser el primer paso en la implementación del acuerdo, que se está negociando ahora entre Corea del Sur y China para mejorar su relación, para recuperar cuanto antes la conexión y la cooperación en todas las áreas entre los dos países".
Eso sí ambos países han reiterado y defendido sus respectivas posturas en relación con el escudo. Pekín sostiene que los radares pueden usarse para espiar sus bases militares y ha insistido en la necesidad de retirarlo.