Una de las preguntas tras la compra de Popular que queda sobre la mesa es el futuro de los accionistas. Para Carbó es “una buena opción, aunque si piensan a largo plazo se pueden arrepentir”.
La compra de Popular releva que “la entidad de Saracho puede dar viabilidad futura, al no tener que usar dinero público”, explica Carbó. Añade que “tenemos un sistema financiero capaz de absorber los propios shocks que genera y esto es muy positivo”.
Por el momento, recalca Carbó “tenemos que esperar a que se cierre toda la operación, pero después de todas las turbulencias y estrés de esta semana la operación es muy buena”.