Cualquier reforma de las pensiones debe ser transparente y sostenible, pero compatible con los compromisos fiscales, es decir, con la reducción del déficit. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, explica que es crucial que cualquier estrategia incremente también "el vínculo entre contribuciones temporales y los beneficiarios del sistema y se ancle en el mecanismo de ajuste que garantice su equilibrio financiero”.
Linde ha inaugurado una conferencia conjunta del organismo con el Fondo Monetario Internacional, "España, desde la recuperación a la resiliencia", precisamente el día en que los Presupuestos Generales del Estado para 2018 llegan al Congreso con una subida de las pensiones de entre el 1 y el 3% bajo el brazo.
El gobernador celebra la última reforma del sistema de pensiones, con la introducción del factor de sostenibilidad, pero alerta sobre la necesidad de garantizar su viabilidad. Insiste en las reformas estructurales pendientes, como el saneamiento de las cuentas públicas y alerta de que una deuda del 98% del PIB "presenta riesgos específicos" para el crecimiento económico. Es más, advierte que el proceso de desapalancamiento del sector público hacia niveles considerados más seguros será muy gradual en España y en las economías desarrolladas en general, "posiblemente necesitando varias décadas para alcanzar el valor de referencia del ratio deuda sobre PIB del 60%".
El Banco de España espera que cerrar el ejercicio actual con un déficit del 2,2%, pero Linde alerta de un componente estructural del mismo en torno al 3%, por lo que es imprescindible "continuar con el proceso de consolidación fiscal en curso para garantizar la salida del Procedimiento de Déficit Excesivo debe ser una prioridad”.
El déficit es el gran caballo de batalla una vez más, pero hay otros dos grandes retos: la productividad y el mercado laboral. Respecto a la primera, reconoce Linde que ha mejorado pero todavía está muy lejos de las tasas europeas: "El crecimiento de la economía española se basará fundamentalmente en su capacidad de elevar el bajo crecimiento de la productividad".
En cuanto al empleo, el Banco de España augura difícil volver a las tasas de paro precrisis por el importante volumen de empleo temporal y el elevado porcentaje de desempleo de larga duración, factores que "elevan la volatilidad del mercado laboral español". Mientras tanto, el paro español sigue en niveles "inaceptablemente altos".