- El empleo modera su ritmo de crecimiento. En 2017 tira del empleo la contratación temporal, mientras que en 2018 crece más la fija
- Los salarios suben, pero modestamente
- El proceso de desendeudamiento “ha llegado a su fin”
- Las empresas mejoran su rentabilidad
Las empresas españolas no financieras ganan un 59,5% más hasta septiembre. Es una mejora considerable frente al descenso del 14,7% del mismo periodo de 2017 que se explica por una mejor evolución de los ingresos y los gastos atípicos, al registrarse un mayor número de plusvalías, según la Central de Balances del Banco de España. En esta evolución gran parte de la responsabilidad la tienen las pymes, que presentan tasas de crecimiento y creación de empleo mayores que las grandes empresas.
El director general de Economía y Estadística del organismo, Óscar Arce, destaca esta evolución positiva se traslada a todos los sectores empresariales y se traduce en creación de empleo. En concreto, el 44,2% de las empresas crearon empleo -más temporal que indefinido- en 2017 y por cuarto año consecutivo se crea “más empleo del que se destruye”. Entre enero y septiembre, el empleo aumenta un 1,6% interanual, dato que constata una desaceleración respecto al avance del 2,5% en el mismo periodo de 2017. Aunque este año, el BdE destaca que el avance de la contratación de personal fijo es mayor que el temporal.
La remuneración media crece por primera vez a niveles de 2009 y evidencia el “comportamiento contracíclico” de la productividad en España, es decir, que aumenta en tiempos de recesión porque el empleo destruido suele estar ligado a puestos de trabajo con baja productividad, mientras que en periodos de expansión sucede lo contrario y se genera mucho empleo con bajos salarios y baja productividad.
En concreto, las remuneraciones medias apenas crecieron un 0,4% en 2017, pero en 2018 ya mejoran un 1,5% hasta septiembre, impulsado fundamentalmente por los sectores de comercio y hostelería e industria. Precisamente estos son los sectores donde menos empleo se crea, pero Arce, a pesar de destacar esta correlación, apunta que "no hay una relación causal".
El directivo del organismo apunta también que los salarios deben estar equilibrados con esa evolución de la productividad y a la hora de ver la tendencia salarial pone el foco en los salarios negociados en convenio, con un promedio de crecimiento salarial en torno al 2%.
En 2018, el Banco de España apunta a un contexto de mayor dinamismo de la demanda interna y de incremento de la rentabilidad, al tiempo que descienden los gastos financieros y el coste de financiación.
En lo que respecta a la posición patrimonial de las empresas españolas, Arce apunta a que en 2017 descendió el nivel medio de endeudamiento y, sin embargo, en los nueve primeros meses de 2018 la deuda repunta. “El proceso de desapalancamiento estaría llegando a su fin”, señala, aunque algunas empresas todavía no hayan culminado sus procesos de saneamiento. Además, desciende la dependencia de la financiación bancaria, mientras las empresas aumentan las emisiones de valores de renta fija y los fondos propios.
En definitiva, el Banco de España considera que la situación económica y financiera de las empresa españolas es "propicia" para seguir aumentando la inversión y la contratación de personal y que continúen las tendencias positivas, si bien cree que el curso de estas variables dependerá también de factores externos, como la incertidumbre derivada de los flujos comerciales, la intensificación de las tensiones proteccionistas, el brexit o la tensión financiera por Italia. “A futuro esperamos que continúe la tendencia positiva en la evolución económica española, pero reconocemos la existencia de incertidumbres”, concluye Arce.