Cuando el mercado cierre este viernes, la Autoridad Bancaria Europea ofrecerá el resultado de los test de estrés a los que ha sometido a 48 entidades para comprobar su resistencia ante un hipotético escenario adverso que ha sido diseñado con mayor dureza que en otras ocasiones.
La banca italiana y el Deutsche Bank serán los que volverá a centrar la atención en esta ocasión. Como ya pasó en 2016, la Autoridad Bancaria Europea no calificará a los bancos con aprobados ni suspensos, sino que divulgará indicadores que permitan identificar problemas en sus balances y posibles necesidades de capital.
Aunque no hay un umbral de referencia oficial que los bancos deben superar, los mercados suelen considerar que las entidades con un porcentaje de capital de máxima calidad CET1 por debajo de 5,5 % en un escenario adverso pueden necesitar ampliar sus recursos o deshacerse de activos de riesgo.
Alemania, con ocho bancos, es el país más representado en la lista de entidades a prueba, que no incluye bancos de Portugal ni de Grecia. El Deutsche Bank, primer banco de Alemania, será una de las entidades cuyos resultados se analizarán con mayor atención, después de haber acumulado tres años de pérdidas.
Cuatro entidades españolas han sido sometidas al test: BBVA, Banco de Sabadell, Banco Santander y CaixaBank.
Este año, el Monte Paschi di Siena ha quedado fuera de la lista de entidades con un mínimo de 30.000 millones de euros en activos que ha analizado el regulador comunitario.
Y es que estas pruebas evalúan la resistencia y capacidad de recuperación de 48 bancos de la Unión Europea y Noruega con al menos 30.000 millones de euros en activos, cubriendo así alrededor del 70% de los activos totales del sector bancario de la eurozona.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), en su calidad de supervisor bancario, ha llevado a cabo unas pruebas similares a unas 60 entidades adicionales que se encuentran bajo su vigilancia directa.