María Eugenia Rodríguez Palop, candidata de Unidas Podemos al Parlamento Europeo ha sido la protagonista de la entrevista del día. Luego en la tertulia han debatido Carlos Blanco, director del departamento mercantil de Roca Junyent y Francisco Navarro, vicedecano del Instituto de Empresa
María Eugenia Rodríguez Palop sucede a Pablo Iglesias como cabeza de lista a las europeas y lidera la candidatura de Unidas Podemos tan solo cinco años después de la irrupción de la formación morada en Estrasburgo. Ocupará esta primera posición después de que Pablo Bustinduy renunciara a encabezar la candidatura al Parlamento Europeo y entrará de cabeza en la política con una propuesta basada en democratizar las instituciones comunitarias y el fortalecimiento del proyecto europeo.
“Europa tiene que hacer una apuesta mucho más decidida por procesos de democratización y transparencia”, explica la candidata en Capital Radio. Entre los tres principales retos que tiene la Unión Europea por delante también cita la necesidad de apostar más por “el pilar social” y solucionar el conflicto fronterizo ligado a la cuestión migratoria.
Hay una forma de acceder a la UE, legal y segura, y ya está recogida en los tratados internacionales, pero se ha abordado este debate como si fuera solo una cuestión de solidaridad internacional, según Rodríguez Palop. “Es un debate que tiene que ver con la legalidad internacional, solo con aplicarla ya habríamos dado un paso de gigante, pero si seguimos haciendo devoluciones en caliente, deportaciones y acuerdos con países que retienen migrantes ya estamos violando la legalidad internacional”, explica.
Otra de las propuestas fuertes de la candidatura es una mayor coordinación fiscal y progresividad tributaria. “Si hay países que ponen un 3% de Impuesto de Sociedades lo que sucede básicamente es una huida de capitales dentro de la propia Unión y hay en realidad un dumping fiscal entre unos países y otros”, advierte.
En el plano exterior, Rodríguez Palop reconoce que “no sabemos cómo relacionarnos con Trump”. La falta de homogeneidad le pasa factura a la Unión Europea, que queda de lado en la escena internacional ante un Estados Unidos más proteccionista y aislado.
Frente a ello argumenta que “la vuelta al Estado nación es algo impensable, estéril, absurdo y decimonónico” y frente a las voces aislacionistas y nacionalistas alerta: “Una cosa es que en la Unión Europea haya mucho que corregir y otra que uno pueda pensar que es posible escapar de ella, saltar y nadar solo en medio del mar. Es como un Titánic, se puede estar hundiendo con clase de primera, segunda o tercera, pero como seguro te vas a ahogar es nadando en solitario”.