De las elecciones europeas hemos hablado con Inmaculada Rodríguez-Piñero, candidata socialista al Parlamento Europeo. Luego en tertulia con Ana Plaza, Managing Director de Immune Coding Institute; José Ignacio Gutiérrez, vicesecretario general de la Confederación de Cuadros y Profesionales y Miguel Córdoba, profesor de economía financiera de la Universidad San Pablo CEU
La lista de prioridades del PSOE para las elecciones europeas comienza por “cerrar el marco financiero y presupuestario para los próximos siete años”. Sin ello, la candidata socialista al Parlamento Europeo, Inmaculada Rodríguez-Piñero, cree que no se podrán aplicar las políticas necesarias: “Nos gustaría que alcanzara al menos el 1,3% del PIB de la Unión Europea para poder hacer políticas intensivas en creación de empleo y programas sociales para combatir la lacra de la desigualdad”.
Dentro de esta guía económica que esperan sacar adelante apuestan por un compromiso de los estados en torno al salario mínimo, para que suponga “el 60% del salario medio de cada país” y un seguro de desempleo común que complemente los seguros nacionales “para que los ciudadanos se puedan sentir seguros y protegidos”.
Para la socialista también es fundamental completar la unión bancaria: “La crisis financiera brutal que hemos vivido ha puesto de relevancia las debilidades de la arquitectura del euro. La unión bancaria es fundamental para estar protegidos en futuras crisis”.
Pero todas estas iniciativas quedarán en saco roto si los partidos políticos de extrema derecha consiguen un número de representantes suficientes que les permita tener una minoría de bloqueo en el parlamento. Por ello, Rodríguez-Piñera pide a los ciudadanos que voten: “La UE es fundamental en n nuestra vida, el 80% de las iniciativas legislativas que se aprueban en el parlamento nacional proceden de la UE”.
Respecto a la cuestión migratoria, la candidata socialista cree que las políticas puestas en marcha en Europa han puesto de manifiesto el “fracaso y las consecuencias de no tener una política migratoria común”. Pide coordinación con los países de origen y tránsito e inversión en cooperación al desarrollo para mejorar las condiciones de vida en los países de origen y para que quienes decidan viajar puedan hacerlo de “forma segura y sin recurrir a las mafias”.