El panorama actual de los mercados financieros puede resumirse en dos palabras: "mercado roto". Así lo define Roberto Scholtes, jefe de estrategia de Singular Bank, quien explica que lo que estamos presenciando son "ventas forzadas por parte de inversores cortoplacistas" con límites de pérdidas (stop loss), mientras que "los inversores más guiados por fundamentales, los inversores institucionales a largo plazo, están de brazos cruzados a la espera de que se aclare un poco el panorama".
El experto describe la situación como "un pulso entre Wall Street y la Casa Blanca, a ver quién le tuerce el brazo a quién".
El pulso entre Wall Street y la Casa Blanca
A pesar de conocerse ya los detalles de los aranceles de Donald Trump, la situación no se ha estabilizado. Según Scholtes, "lo que más asusta es que la administración Trump, el propio Trump, parece que no está asustado por lo que está pasando en los mercados". El experto describe la situación como "un pulso entre Wall Street y la Casa Blanca, a ver quién le tuerce el brazo a quién".
¿Dónde refugiarse en este escenario?
Ante la pregunta sobre posibles activos refugio, Scholtes señala que "la deuda pública está funcionando como activo refugio. Se está produciendo una caída muy fuerte de los tipos de interés, una revalorización de los bonos". Los mercados están descontando que los bancos centrales "van a tener que venir como siempre al rescate, con bajadas de tipos de interés bastante agresivas", aunque el experto duda que esto ocurra dada la inflación y los sólidos datos de empleo en Estados Unidos.
Petróleo y materias primas
En cuanto a las materias primas, se observa un "abaratamiento de todas las materias primas, anticipando una desaceleración importante de la actividad económica". Los países de la OPEP, presionados por la Casa Blanca, están "acelerando los incrementos de cuotas de producción", lo que según Scholtes llevará a "un exceso de oferta y unos precios del barril que van a ayudar un poco frente a muchos otros factores que pueden frenar la economía".
Ni oro ni criptomonedas se salvan
Scholtes señala que ni el oro ni las criptomonedas están funcionando como refugio. "Las criptos eran claramente un activo especulativo y ahí están sufriendo. Y el oro en cierta parte también tenía una dinámica especulativa", afirma. Su recomendación es clara: "Los activos de renta fija de más calidad, deuda pública, bonos de empresas de buena solvencia son el mejor refugio".
Resultados empresariales en segundo plano
Respecto a las publicaciones de resultados empresariales en Estados Unidos, el estratega considera que "los resultados del primer trimestre van a ser casi irrelevantes". Para Scholtes, lo verdaderamente importante será "lo que diga la directiva de las compañías respecto a qué ven o cómo creen que les puede afectar esta guerra comercial".
En este contexto de alta volatilidad, los inversores esperan señales claras mientras los mercados siguen buscando un punto de equilibrio en medio de lo que el experto de Singular Bank define sin ambages como un "mercado roto".