Las bajas comisiones han sido hasta la fecha el punto fuerte de los
ETFs, de los fondos de inversión cotizados. Los ETFs se limitan a replicar el comportamiento de un índice o de una cesta de valores, carecen de gestión activa, y es precisamente la gestión pasiva la que permite abaratar las comisiones que se aplican al inversor por comprarlo.
Pero novedades en el tratamiento fiscal de los ETFs puede convertir estos productos en más atractivos todavía. Se lo explicamos en este audio.