En las últimas semanas se anunció una inyección de liquidez, lo que supone tres veces más de las de Estados Unidos. La consecuencia de ello, tal y como nos explica Ana Guzmán, es un rebote del mercado y una depreciación de la divisa muy fuerte. Añade, que beneficia a las exportadoras pero lo bienes importados son más caros, por lo que desde Aberdeen detectan que determinadas compañías que dependen de ellas están empezando a entrar en bancarrota, por lo que invertir en Japón es una oportunidad, pero hay que tener cuidado.