Los mercados asiáticos se han teñido de rojo en la última jornada del año, a pesar de los buenos datos macroeconómicos en las dos economías punteras del continente.
En China, el beneficio de las empresas industriales ha subido un 14,5% en noviembre hasta los 111.000 millones de dólares y es el segundo mejor mes en dos años. En los 11 primeros meses del año, el repunte ha sido de un 9,4%.
La mejora se debe sobre todos a las ganancias de los productores de materias primas gracias al repunte de los precios del carbón y de los metales que han seguido recuperándose. En Japón, los precios han caído en noviembre por noveno mes consecutivo.
Los índices chinos han cerrado en rojo a pesar del anuncio de Pekín de una inversión pública de 5.000 millones de yuanes. Los valores más beneficiados han sido las constructoras China Communications Construction arriba casi un 8%, su mayor avance desde el 3 de noviembre.
En esta tímida caída ha influido las previsiones del presidente Xi Jinping en las que afirma estar abierto a que el crecimiento económico de China se desacelere por debajo del objetivo del gobierno del 6,5% debido al aumento de la deuda y la preocupación por un entorno mundial incierto después de la victoria electoral de Donald Trump.
Datos macro también en Japón donde el IPC ha bajado un 0,4% y el índice que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad se ha mantenido plano respecto a un mes antes.
Los datos ponen de relieve las dificultades del Banco de Japón para lograr la meta del 2% de inflación. En cuanto al desempleo, ha subido una décima en noviembre hasta el 3,1% mientras que el gasto medio de los hogares ha bajado un 1,5% interanual y acumula nueve meses consecutivos de descensos. Sí han subido los ingresos medios por hogar, un 1%.
Japón ha cerrado con una caída de una décima después de que el Yen detuviera su quinto día de ascensos y lo hace por culpa del petróleo que sigue subiendo antes de que los países pertenecientes a la OPEP reduzcan la producción.
Es noticia en el apartado empresarial Toshiba que anuncia que realizará fuertes provisiones por la compra en el sector de energía nuclear que realizó en Estados Unidos a través de su filial Westinghouse
Aunque no ha ofrecido cifras, las pérdidas potenciales según distintos medios locales podrían alcanzar oscilar entre los 1.000 y los 4.000 millones de dólares. Sus acciones han reaccionado con caídas de más de un 12%.
Una jornada en Asia que no ha contado con referencias en Hong Kong cerrado por festivo este martes 27 de diciembre.