Termina en positivo la jornada en los índices asiáticos, a excepción de la bolsa de Shanghái que cierra prácticamente plana. El Nikkei en Tokio, o el Kospi surcoreano se anotan en torno a tres décimas. Esta mañana el protagonismo pasa por Japón por los datos macroeconómicos y por la sutil negativa que le han dado al gobierno de Donald Trump.
El ministro de finanzas nipón, Taro Aso, explica que no pueden llegar al acuerdo bilateral que propone la administración estadounidense para implementar entre ambos países las relaciones comerciales. Explica Aso que de hacerlo Japón saldría perjudicada, reduciendo su nivel de exportaciones o dando demasiado en el campo de la agricultura. Era posible un acuerdo gracias al TPP, que permitía a Japón perder algo por el lado estadounidense pero ganarlo gracias a las relaciones comerciales con el resto de países. Algo inviable en un acuerdo bilateral.
En Japón esta madrugada hemos sabido que la confianza que muestra el índice Tankan supera los 28 puntos y se sitúa en niveles previos a la crisis. Los empresarios nipones confían en las medidas económicas que ha lanzado el gobierno. Algo que además está dando sus frutos.
Esta misma mañana, en el apartado de datos macroeconómicos, hemos conocido la balanza comercial en Japón, que logró un superávit comercial de 5.647 millones de dólares en marzo. Es el segundo mes consecutivo que logra ese superávit, auque en marzo del pasado 2016 el dato fue un 17% superior. En todo caso, lo cierto es que las exportaciones crecieron un 12% y compensaron una subida del 15% en las importaciones. Mirando a sus dos grandes socios, Japón registra déficit comercial de casi 3.000 millones de dólares con China, pero logra un superátiv cercano a los 6.000 mllones con Estados Unidos (dato que cae en términos interanuales un 8,1%).
En China continúa la feria del automóvil de Shanghái, donde la japonesa Honda ha anunciado esta mañana un coche con baterías completamente eléctrico. Son conscientes, según el director para China de la empresa, de que el vehículo eléctrico es la apuesta que deben realizar y que están implementando prácticamente todos sus competidores.
Todavía en China, varios fondos estatales y privados crearán un consorcio para entrar a formar parte de Aramco, la petrolera estatal saudí, cuando ésta se lance definitivamente a bolsa.