La Organización Mundial de Países Exportadores de Petróleo mantiene sin cambios su política de suministro de crudo y fija el techo de producción en 31,5 millones de barriles diarios. El Brent y el West Texas han acelerado sus pérdidas. En este contexto de bajos precios del petróleo, las grandes petroleras mundiales han recortado de media un 25% su precio en bolsa.
Si tomamos como referencia el 30 de junio de 2014, un mes en el que empezaron a caer los precios del crudo desde los 115 dólares a los 50. Desde esa fecha a día de hoy, el precio de cotización de las principales petroleras, ha caído más de un 20% y en los peores casos un 30%. Dentro de estas caídas, los hay mejores y peores.
Los que mejor han aguantado el tipo es la francesa Total que cede un 15,88%, seguido de ExxonMobil que ha caído un 22% o BP que se deja un 27%. La peor parte se la lleva Repsol o Shell cuyas pérdidas superan el 30%.
Repsol es la compañía del sector que peor se ha comportado desde la caída de los precios del crudo. Desde ese 30 de junio de 2014 hasta hoy, el precio de cotizacion ha caído un 38%. En junio cotizaba en 19,26 euros, hoy a 11,90. De hecho, ha sido expulsada recientemente del Euro Stoxx 50 porque no cumplía con los requisitos principales como capitalización media o volumen contratado.
Añadimos a la lista a Shell, que cae un 35% tras cotizar en 25,42 libras hace algo más de un año a 16,52 libras a día de hoy. Chevron, entre las más perjudicadas, cae un 32%, tras caer de 130 a 88 dólares.
Ante este escenario las compañías se han visto obligadas a apretarse el cinturón para sanear las cuentas: desinversiones de activos no estratégicos, recortes de plantilla o abandonar nuevos proyectos.