El vicepresidente ejecutivo de Samsung ha declarado por el escándalo de corrupción que terminó echando del poder a la anterior presidenta del país, conocida como la rasputina. Lee está presuntamente implicado en distintos pagos y amaños.
La comisión especial que investiga este escándalo de corrupción asegura que Lee desvió ciertos pagos para beneficiar a una amiga de la presidenta, conocida como la rasputina, que podría haberle chantajeado. Lee ha pedido disculpas por el daño que el escándalo pueda hacer a la imagen del país, pero excusa sus acciones. Afirma que las donaciones a las fundaciones de una amiga de la expresidenta eran normales, porque su empresa realiza numerosas donaciones a distintas y muy diversas fundaciones en el país, y que ni siquiera se realizan porque él dé la orden.
También pagó 17 millones a una empresa en Alemania por unos servicios que no logran probar que hayan recibido. La empresa en cuestión era propiedad de Choi, la rasputina. Y añadido a todo esto le pagó a la hija de esa amiga (a la hija de Choi), los estudios de equitación en Alemania.
Samsung pese a todo ha subido un 2,7% en bolsa.
Lee Jae-yong, de 48 años, tomó las riendas del conglomerado Samsung después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto en mayo de 2014, que aún lo mantiene hospitalizado y sin habla. Jae-yong ocupa el tercer puesto en la lista de los más ricos de Corea del Sur, con un patrimonio de 5.877 millones de euros.
El vicepresidente de Samsung declara en el escándalo de corrupción
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