La novedad más controvertida es la apuesta por el establecimiento de un modelo de examen para el acceso a la profesión que pretende garantizar que los administradores concursales cuenten con los conocimientos precisos para cumplir sus funciones con solvencia.
Son tres los principales puntos que desarrolla:
- La profesionalización del órgano de administración concursal.
- Los principios de publicidad y transparencia.
- La revisión del sistema retributivo, incentivando el trabajo efectiva y eficientemente realizado conforme se va realizando.
Por otra parte, el Proyecto de Real Decreto crea la sección cuarta del Registro Público Concursal, en la que se inscribirán las personas físicas y jurídicas que cumplan los requisitos para ser administradores concursales.
De todas formas, el asunto más polémico es, como decíamos, el acceso a la administración concursal. Se eliminan las restricciones. A partir de ahora bastará poseer un título universitario y contar con una experiencia en el campo jurídico y económico.
Lo que sucede es que además contará con una prueba, un test de cien preguntas sobre un caso práctico, que podrá tener una puntuación del 40% de la nota.
La gran pregunta es si esta misma prueba han de pasarla los actuales administradores y parece que aquellos que cuenten con una experiencia suficiente de 20 concursos acabados no tendrán que realizarla.
También se va a poner un límite a los honorarios de sus servicios que es de 1,5 millones, aunque en los concursos complejos el juez podrá aprobar una remuneración superior si está justificada por los costes asumidos por el administrador.
En definitiva, se avecinan cambios en una figura que ha sido clave en la reciente crisis. En breve conoceremos el resultado de la reunión.
Imagen: Flikr/Intur Negocios