Y con el Gobierno ya en marcha, por muy mala pinta que tenga este Ejecutivo, sobre todo para nuestro colectivo, toca afrontar el año ya sin excusas de ningún tipo, ni fiestas de por medio, ni empresas a medio gas.
Es enero, y tenemos nada más y nada menos que 11 meses y medio por delante para cumplir cualquier propósito que nos propongamos, por difícil que nos lo quieran poner… toca sacar nuestro espíritu guerrero, ese que solo emprendedores y dueños de Pymes, conocemos a la perfección.
Y, sin duda, vamos a tener que sacarlo, y sobre todo, trabajar muy bien nuestra fortaleza mental y emocional, a la vista de noticias que empiezan a denotar signos importantes de falta de confianza.
Y es que ayer mismo, escuchaba la noticia de que las quiebras empresariales se han disparado en España en 2019, año en el que los concursos de acreedores subieron un 17%, la mayor cifra desde 2015, y sobre todo ha sido en el último semestre donde más se ha notado especialmente en diciembre, mes en que las insolvencias se incrementaron casi un 40%.
Qué casualidad que coincidiera con el periodo de incertidumbre política, y de dobles elecciones. ueno, en este programa sabemos que no existen las casualidades.
Cataluña y Navarra encabezan el listado de estas quiebras empresariales, pero no van muy lejos Madrid y el resto de comunidades, así que no nos confiemos, porque además afectan a todos los sectores de actividad, industria, energía, hostelería, construcción, comercio, no se libra ni uno, parece que las actividades financieras y educativas se salvan un poco, aunque el 2020 que no pinta bien para estas tampoco.
Por supuesto, estos datos van unidos a que el año pasado no solo aumentaron las quiebras, sino que se crearon muchas menos empresas que en 2018 ¿Acaso dudabas de que los problemas nunca vienen solos?
Afortunadamente los problemas más difíciles tienen las soluciones más simples, así que vamos a por ellas.
Porque aquí en el mundo y en la economía real, en lo que nos afecta a ti y a mí, empresarios con negocios y empresas de carne y hueso, no nos podemos quedar de brazos cruzados esperando a que vengan a resolvernos las castañas.
Vamos a ponernos en acción para evitar problemas que puedan convertirse en quiebras posteriores o en situaciones dramáticas profesionales y personales.
Pero, ¿cómo podemos evitar situaciones que nos lleven a una posible quiebra o una muy mala situación empresarial? ¿cómo detectar los signos de alerta? ¿qué tipo de cuestiones debe plantearse hoy en día un empresario para ello?
Vamos a tratar de abordarlo a través de alguna de las claves que, casi 25 años como emprendedora y empresaria (tanto con mis propios negocios como apoyando a otros varios cientos de empresarios en estos años), han ido poniendo en mi camino y que si sirven para que a tú no lo tengas que vivir, todo habrá merecido la pena.
Sin duda, para mí y tras haberlo vivido en primera persona, la clave principal para evitar una quiebra empresarial es saber anticipar los problemas. Nada más y nada menos.
Y es que seguro que algunas situaciones que puedes estar viviendo en tu día a día, te deben de poner en alerta, no para preocuparte, sino para ocuparte y anticiparte… por eso revisa por ejemplo, si estas pagando tus facturas a tiempo, si tus retrasos son algo puntual o se arrastran demasiados meses esperando esa venta o ese contrato que te va a salvar la vida, pero que nunca parece llegar, revisa si entiendes tus números y tus balances y si existen desviaciones continuas y enormes sobre los objetivos que te marcas todo esto te tiene que poner en alerta.
Por eso, soluciones prácticas como realizar auditorías financieras periódicas o análisis estratégicos del mercado, y sobre todo, apoyarte en expertos externos y buscar la experiencia de otros que ya hemos pasado por ahí, sin duda, es anticiparse.
Pero es que para anticipar los problemas hay que estar muy, pero que muy pendiente de muchos factores que es imposible detectar a la velocidad en que tratas de gestionar tu día a día, porque crees que estas gestionando tu empresa, pero realmente, la mayor parte del día, vas corriendo como pollo sin cabeza, apagando fuegos, resolviendo cada mínima urgencia, y olvidando lo importante frente a lo urgente.
Pero recuerda que, para apagar fuegos ya están los bomberos, no tú, que, aunque compartas heroicidades con el gran cuerpo, eres tan solo y nada menos que un mortal empresario…
Y para ello, para pensar en lo importante y anticiparte a los problemas, debes ir más despacio, mucho más despacio de lo que vas ahora, quizá hacer muchas menos cosas, no hace falta tener el día lleno de actividades y gestiones de todo tipo, porque la mayor parte de las veces, esa agitada vida y esa intensa actividad esconde mucho miedo a escuchar, a escucharte, y todas, absolutamente todas las respuestas que necesites en tu vida, están dentro de ti, incluidas, las posibles causas que puedan provocar una quiebra de tu negocio.
Por eso, debes parar, pararte a pensar y a volver a pensar, pararte a organizar, a escribir, a reflexionar sobre los errores que, seguro, te llevaran a las soluciones.
Porque para triunfar, necesitas talento y mil cosas más, busca esas mil cosas que son las que te harán triunfar.