Ayer mismo, en una cena con mi buen amigo y mentor (de vida), Rodolfo Carpintier, que compartíamos con otros colegas también inversores y mentores, con muchos años de experiencia todos a las espaldas, surgió un tema que me hizo reflexionar, y que ha inspirado este Editorial con el que abro el programa. Todos en la mesa coincidíamos, en que solo un porcentaje muy pequeño de los emprendedores reconocen lo que han hecho por ellos.
Y no es una queja, entendemos que es parte del proceso, que es fácil olvidar cuando te va bien o se ha superado el problema, o quizá se espera mas en algún momento, no sé, pero yo reconozco que llevo mal, en general, la ingratitud, porque, como diría, mi madre, es de bien nacido ser agradecido.
Y la reflexión que traigo hoy al programa es, ¿Cuánto de importante es ser agradecido? Y ¿cómo afecta ser agradecido en el éxito de nuestras empresas?
En mi caso, cada vez que tengo la oportunidad, repito lo afortunada que me siento en todos los ámbitos de la vida, familia, amigos, pareja, salud y por supuesto, en el ámbito profesional y empresarial, me siento plenamente agradecida, agradecida por cada uno de los clientes en todos estos años, por cada colaborador, por cada competidor.
Agradecida por los éxitos, pero sobre todo por los fracasos, agradecida por todo el aprendizaje forjado en muchas noches sin dormir, por muchas puertas cerradas que hubo que abrir, por muchas batallas perdidas que solo eran parte de la conquista, agradecida a todos los que están y a los que no están, porque parte de cada uno de ellos es lo que ahora soy, y gracias a lo que soy ahora puedo hacer que las vidas y las empresas de otros tengan menos noches sin dormir y menos batallas perdida.
Y yo creo que esta es la vocación de todos los que nos dedicamos a esto, facilitar el camino a otros que están iniciándolo, sin olvidarnos, por supuesto, que buscamos rentabilizar nuestras empresas y generar el máximo de ingresos, no nos olvidemos, somos empresarios, y solo desde nuestro éxito podemos hablar de éxito a otros.
Y es que en un mercado donde diferenciarte es cada vez más complicado, donde las propuestas de valor excelentes son cada vez son menos únicas y más escasas y donde el cliente es el único que tiene valor y poder, creo que solo desde la gratitud se puede conseguir que tu empresa sea un referente en el mercado. Por eso, la clave de hoy es: ¿Qué tal si incluyes la GRATITUD como tu estrategia de negocio?
La gratitud en el negocio
Pues sí querido oyente empresario, emprendedor, autónomo, es cierto, no es fácil….desarrollar la gratitud requiere un esfuerzo importante, como todo lo demás, pero la clave es que no debe ser incompatible y si la entrenas, acabará siendo como conducir, saldrá de manera automática, estará integrada en tu día a día y la magia comenzara.
¿Qué pierdes por intentarlo? Eso sí, hay que trabajarla todos los días y a todas horas, empezando desde las cosas más pequeñas y habituales.
Y es que en todos estos años de experiencia con mis propias empresas y acompañando a muchas otras desde Campus, tengo muy claro lo que tienen en común las empresas que son referentes en el mercado, y es que integran la gratitud en sus estrategias.
Porque cuando eres agradecido tiendes a emanar y compartir energía positiva que atrae a otros con esa misma energía y tu equipo será sólido, consistente y leal.
Porque cuando tus clientes viven la bondad y generosidad de tu negocio se convierten en tus mejores prescriptores y lo que tus clientes dicen de ti, de tu empresa de tus servicios/productos, siempre será más creíble que cualquier cosa que puedas decir tú mismo.
Y porque es mucho más caro adquirir un cliente nuevo que retener uno actual, por eso si tus acciones de marketing expresan gratitud, reforzaran la relación y conseguirás un cliente fiel.
No es casualidad que los negocios que fracasan o cierran en su primer año de vida, suelan coincidir con dueños de negocio que tienen en común el rasgo de la ingratitud y de culpar a todos los demás de su mala suerte…
Por eso, aplica la gratitud, siéntela hacia tus clientes, tus proveedores, tus colegas, incluso hacia tus competidores y lo más importante, ¡EXPRÉSALA! Ya decía William Ward “que sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y nunca entregarlo”
Ponte en acción, aplica las claves de la de gratitud en tu estrategia de vida y de empresa y ¡empieza a disfrutar de la magia!
porque Lo mejor que puedes hacer por los demás no es enseñarles tus riquezas, sino hacerles ver la suya propia» Goethe.