En pleno mes de julio nos enfrentamos a las altas temperaturas. Durante esta época del año nos surgen varias preguntas acerca de la batería de nuestro coche, como por ejemplo, si el calor le perjudica negativamente.
Roberto Beesmans, Key Account Manager de Clarios, explica que "las baterías fallan en verano porque vienen ya desgastadas por lo que han sufrido en invierno. Nosotros recomendamos hacer un mantenimiento preventivo antes de salir de viaje."
No obstante, las altas temperaturas en verano también tienen efectos en el vehículo. "Unas temperaturas tan altas hacen que el ácido vaya evaporándose y generando problemas con la batería."
A día de hoy, casi todos los automóviles tienen la tecnología Start-Stop. En este caso, esta tecnología no perjudica con las altas temperaturas, pero tiene efectos directos sobre este componente. "La batería GN sufre un poco menos porque al convertirse en una batería internamente seca, con la tecnología que tenemos tiene menos pérdida del ácido", subraya.
Los automóviles en España alcanzan temperaturas de 50º en verano. Sin embargo, la temperatura ideal para un funcionamiento óptimo de la batería está entorno a unos 20º.
Además, el 46% de los accidentes en carretera tienen que ver con este componente. Por todo esto, es tan importante revisar este componente.
"En el primer momento del cambio de temperatura en octubre o noviembre, esa batería que ya ha sufrido en verano una burrada porque no lo hemos cuidado, va a fallar y vas a tener que cambiar la batería a principios de invierno", afirma Roberto Beesmans.
Cuándo hay que ir al taller
Lo ideal es acudir al taller después del verano y del invierno para revisar cuánto ha sufrido la batería durante todos esos meses. Además, estas revisiones no tienen una duración muy larga. Es, por tanto, un componente que se puede controlar de una manera sencilla.
Por otra parte, los transportes de mercancías tienen que tener igualmente los mismos cuidados que tendría cualquier otro turismo normal.