Lowpoly es una empresa nacida en 2018 especializada en la impresión 3D y enfocada también en la sostenibilidad. Su filosofía es: "usando poco, se puede hacer mucho", siguiendo así su objetivo como empresa de ser sostenible. Invitamos al fundador para que nos explique cómo funciona.
Gianluca Pugliese, director y fundador de Lowpoly, explica que desarrollan materiales ecológicos y buscan nuevas formas de dar sostenibilidad al mundo de la impresión 3D, ya que es un sector que utiliza mucho el plástico. La idea es aprovechar el plástico y darle una segunda vida. Argumenta que el objetivo de la empresa es llegar a fabricar solo con plásticos reciclados o ecológicos.
Aunque se utilice mucho el plástico dentro de este mundo, el fundador de Lowpoly cree que la fabricación 3D "es una de la metodología de fabricación más sostenible porque al contrario que otros tipos de fabricación, con la impresión 3D solo se utiliza el material que necesitamos" y, por tanto, no tienen ningún tipo de desperdicios.
En Lowpoly han trabajado con otras alternativas al plástico, como el corcho, el neumático o la madera. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que el objeto final tiene que ser atractivo.
El filamento de neumático tiene muchas ventajas frente a otro tipo de filamentos, aunque es muy difícil de utilizar. No obstante, mezclándolo con un TPU queda "una textura muy bonita", afirma Gianluca Pugliese, ya que normalmente queda como "muy de mentira". Un TPU es un material de alta flexibilidad típico en las impresoras 3D.
¿Son lentas estas impresoras?
El director y fundador de Lowpoly afirma que estas impresoras han mejorado a lo largo de los años, ahora son más rápidas y todavía están mejorando, pero para aumentar la productividad de esta tecnología asegura que lo mejor es construir granjas de impresoras: naves donde se meten impresoras 3D para que vayan fabricando piezas.