No solo han sido los bancos centrales los grandes salvadores, pues en la sombra están los fondos soberanos de los países árabes, que con el exceso de liquidez monetaria que les proporcionan sus relucientes negocios petrolíferos, se pueden tomar la molestia de rescatar a las entidades occidentales de sus excesos especulativos.
Escucha la noticia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La falta de liquidez en las entidades bancarias por la crisis hipotecaria en EE UU obligaba a los bancos centrales de todo el mundo a tomar medidas extraordinarias e ingresar capital en el mercado
Petrodólares al rescate
Algunos de los ejemplos más resonados, y que han recibido la vacuna de efectivo de los príncipes del desierto son:
Citigroup, el mayor banco de los Estados Unidos, se vio obligado a pedir una inyección de 7.500 millones de petrodólares del emirato de Abu Dhabi para estabilizar su situación y reponer su capital, durante la crisis del 2008, corriendo mejor suerte que otro gran banco, Lehman Brothers....
Otro buen ejemplo es el de DEXIA, el fondo catarí Precision Capital tomo el 100% de la filial del banco franco-belga en Luxemburgo, por 730 millones de euros. Todo esto ocurrió durante el 2012, año en que la banca no vivía su mejor momento.
No se quedó corta tampoco la inyección de 500 millones de euros por parte de uno de los fondos soberanos de Catar en el nuevo banco creado de la fusión de los griegos Eurobank EFG y Alpha Bank.
Con este contexto histórico en que los árabes parecen ser el comodín de la banca, aparece la figura de Mohammed Bin Salman, el jeque o superjeque para las altas cúpulas de Credit Suisse.
Como salvar al banco Suizo
El banco suizo anunciaba en su último ejercicio que preveía registrar pérdidas antes de 2022 por importe de hasta alrededor de 1.500 millones de francos suizos, y las malas noticias comenzaban a pesar en la directiva del banco.
Con estas circunstancias y con la acción de Credite Suisse cayendo durante trece días seguidos, el petróleo vuelve a salvar a occidente, pues según informa WSJ, el príncipe Mohamed Bin Salman, podría estar pensando en mover ficha e invertir en el banco suizo 500 millones de dólares.
Tras las noticias parece que las aguas se han calmado y todo indica que los árabes serán los mayores accionistas del histórico banco, y para Axel Lehmann, presidente de la entidad, parece que la tormenta amaina.