El próximo 20 de enero Donald Trump tomará posesión del cargo de presidente de Estados Unidos tras vencer en las elecciones a la candidata demócrata Kamala Harris el pasado 5 de noviembre. La campaña del republicano estuvo marcada principalmente por la imagen del CEO de Tesla, Elon Musk, que tras ser nombrado líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental ahora parece tensionarse con la cúpula del partido. ¿Se acerca el fin de la alianza Trump-Musk?
A pocos días de la posesión de Trump como presidente de Estados Unidos, se hallan tensiones entre Elon Musk con la cúpula del partido republicano.
No todo es tan bonito como lo pintan. Elon Musk y Donald Trump se las prometían muy felices. El empresario nacido en Sudáfrica había sido un actor clave en la victoria electoral del próximo presidente de Estados Unidos.
Su participación en mítines y como creador de opinión en redes sociales condicionó a parte de los votantes. Todo ello para formar parte del Gobierno de Trump, que anunciaba, días después de su victoria que Musk sería líder de su Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Tensiones en la cúpula del partido
Sin embargo, la política es complicada y sus caminos son difíciles de transitar, ya que hay más gente involucrada que quiere cumplir sus objetivos. Las rosas que se amontonaban en el sendero por el que caminaban Trump y Musk se han ido pudriendo. El cielo se ha oscurecido y se avecina tormenta.
Por lo pronto, los mercados comienzan a desconfiar en la próxima Administración tras el optimismo inicial mostrado después de las elecciones. La política monetaria menos expansiva y las tensiones dentro del trumpismo son los principales factores. Finalmente, las cuentas se aprobaron in extremis después de una modificación que realizó concesiones importantes a la corriente de Musk.
El segundo episodio ha dado que hablar. Algunas figuras trumpistas, entre ellas el estratega político Steve Bannon, reclamaban la prohibición de los visados de tipo H-1B, que se conceden para facilitar la inmigración de extranjeros que poseen competencias profesionales poco frecuentes. Esta iniciativa ha desatado la ira de Elon Musk, que está dispuesto a luchar a brazo partido para blindar su utilización, clave para las empresas tecnológicas.
Esta tirantez en el partido ha creado un caldo de cultivo ideal para que florezca la desconfianza de los mercados: los datos dicen que hay algo de cierto aquí. En el último mes el S&P 500 pierde alrededor del 3,5%. El Dow Jones, índice de referencia, vale un 1,50% menos y el tecnológico Nasdaq 100 casi un 2%.