El ecosistema emprendedor español gana madurez, empleabilidad y busca oportunidades de crecimiento en negocios verdes. A grandes rasgos son las conclusiones del Mapa del Emprendimiento 2023 de South Summit, desarrollado en colaboración con IE University.
Hablamos sobre esta iniciativa con Salvador Aragón, responsable de sistemas de información de IE University y uno de los principales responsables del Mapa del Emprendimiento.
Hablamos sobre esta iniciativa y sus conclusiones con Salvador Aragón, responsable de sistemas de información de IE University y uno de los principales responsables del Mapa del Emprendimiento.
¿Cómo se mide el grado de madurez y de solidez del emprendimiento nacional?
En los últimos 10 años, han medido la evolución del ecosistema empresarial. Han visto que hay en torno a 3.000 compañías que forman parte de él, lo que confirma la consolidación.
Otros aspectos, como los elementos de financiación, la composición de los equipos fundadores o el origen y cualificación de los equipos que crean startups.
"Son tendencias ya consolidadas; nos encontramos con un sistema con jugadores claros, bajo la forma de emprendedores, y con un resultado también consolidad, que es las compañías que se están generando", apunta Aragón.
¿Emprendemos bien y desarrollamos y crecemos peor en España?
Esto es una tendencia que empieza a cambiar. Al compararnos con nuestros homólogos europeos, tardamos algo más en crecer, pero hay elementos de mejora. "El paso de la idea a la ejecución se ha acelerado" en España.
El ecosistema emprendedor en nuestro país se centra en las fintech, que juegan un papel muy relevante. Pero también han irrumpido actores que hace unos años eran impensables, como el segmento agrotech "que nos ha sorprendido por su dinamismo".
Sucede lo mismo con startups con un alto componente de servicios sociales o compañías con una potente base tecnológica en ámbitos desde la educación a servicios a otras compañías, basándose en tecnologías como la inteligencia artificial.
En cuanto a la financiación, pero más allá de las alianzas tradicionales, lo que empiezan a demandar las startups son servicios que les aporten nuevas capacidades organizativas.
Por ejemplo, los equipos de gestión son ahora más pequeños que hace 10 años. Esto supone que la capacidad que antes habría aportado un fundador, ahora se pide que sean otras compañías las que otorguen esas facilidades organizativa.
Asignatura pendiente
La asignatura pendiente del ecosistema emprendedor es la incorporación de la mujer, según apunta el experto. En los últimos años, en porcentaje 80-20 en favor de los hombres apenas ha variado.
Esto nos lleva a tener que preguntarnos qué factores hace que la opción emprendedora sea menos atractiva para la mujer. Además, el porcentaje de aquellas que emprenden más de una vez es inferior al de emprendedores en serie masculinos.