Cada año se reúnen representantes de varias potencias mundiales para debatir cuestiones medioambientales y esta semana daba comienzo la COP29 en Bakú, la capital de Azerbaiyán. La cita de este año ha estado marcada principalmente por la ausencia de líderes mundiales, lo que nos lleva a preguntarnos si realmente sirven estas cumbres para abordar la crisis climática.
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Desde este lunes se acoge la nueva edición de la cumbre del clima, la COP29, en Bakú, la capital de Azerbaiyán.
Este año 2024 preocupa y mucho a la Organización Meteorológica Mundial, que hace unos días alertaba de que va camino de ser el año más cálido registrado hasta ahora. Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, recalcaba este lunes a través de un comunicado que “es prácticamente seguro que 2024 se convertirá en el primer año natural por encima del umbral de 1,5 grados Celsius".
Aun así, políticos como el recién electo presidente, Donald Trump, reniegan el calentamiento global. El político estadounidense lo ha catalogado como “un gran engaño” y ha tachado las políticas del todavía presidente Biden como “la nueva estafa verde”.
La financiación, el foco de la cumbre
El foco ha estado, esencialmente, en los problemas de los países emergentes y en vías de desarrollo para financiar la adaptación a las energías no contaminantes.
Europa lidera la financiación climática en 2023, con 28.600 millones de euros de fondos públicos y 7.200 millones movilizados del sector privado para apoyar a países en desarrollo. Aún así, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, considera que no es suficiente y pide más financiación para abordar la crisis climática.
Una cumbre marcada por ausencias mundiales
La ausencia de líderes mundiales como Emmanuel Macron, presidente de Francia y Olaf Scholz, canciller de Alemania, marcaba el arranque de la cumbre, en la que se pretende multiplicar por 10 la financiación climática hasta llegar al billón de dólares anuales en 2035.
No han acudido a Bakú ni el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, ni su sucesor, Donald Trump. Por parte del Kremlin, Vladimir Putin tampoco ha ido. El chino Xi Jinping y el brasileño Lula da Silva se suman a las faltas.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sí acudía a la cita, donde aprovechaba para mencionar el impacto del cambio climático en alusión a lo ocurrido en Valencia.