El acceso a la vivienda en España se vuelve cada vez más inaccesible debido a los altos precios, lo que ha llevado a más de veinte mil personas a manifestarse el pasado domingo en Madrid en señal de protesta. El Gobierno ha implementado el Bono Alquiler Joven como una medida para paliar esta crisis, pero, ¿es realmente una solución efectiva?
Escucha el A pie de calle de Mercado Abierto con Pedro Díaz y Jorge de Miguel:
El Consejo de Ministros aprueba la medida como respuesta a la manifestación contra los elevados precios de alquiler y la especulación
Es evidente que la vivienda se ha convertido en un problema en nuestro país. Tanto es así que los españoles dedican de media el 43% de su salario bruto al alquiler, según un estudio elaborado por Infojobs y Fotocasa.
Madrid y Barcelona encabezan la lista como las ciudades donde no sólo el alquiler es más caro, sino también donde el porcentaje de salario destinado es mayor (más de un 60%).
Mientras los costes de alquiler y la compra de inmuebles se disparan, los ingresos de los trabajadores españoles no han crecido al mismo ritmo, de acuerdo con el INE, lo que agrava la incapacidad de acceder a una vivienda digna, especialmente a los jóvenes y a los sectores más vulnerables.
Algunos expertos coinciden en que una de las principales causas que explica la situación actual del mercado inmobiliario español es la falta de construcción de nuevas viviendas, lo que ha generado una notable escasez en la oferta disponible.
Discrepancias internas en el Gobierno
Como respuesta a estas marchas, Pedro Sánchez anunciaba este lunes que el Gobierno va a repartir 200 millones de euros en bonos jóvenes de alquiler con el objetivo de “poner fin al fraude de los alquileres turísticos”.
Se repartirán 250 euros al mes en un plazo máximo de 2 años, lo que suma un total de 6.000 euros para aquellos jóvenes entre 18 y 35 años, cuyos ingresos anuales estén por debajo de los 21.600 euros.
Mientras, el socio minoritario del Gobierno, Sumar, se desmarca de la medida del ala socialista de prorrogar el bono, cuestionando su efectividad y abogando por una mayor intervención en el mercado inmobiliario. El partido de Yolanda Díaz señala que "sería como hacer un bizum a los caseros".
Bélgica toma medidas
Bélgica también enfrenta una crisis de vivienda y, como respuesta, la región de Bruselas ha optado por intervenir directamente en propiedades privadas que se encuentren vacías para alquilarlas a ciudadanos que cumplan los requisitos de vivienda social, incluso sin el consentimiento del propietario si es necesario.