La economía boliviana atraviesa uno de sus momentos más críticos, con múltiples indicadores que señalan un deterioro significativo de sus fundamentales macroeconómicos.
Según explica Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, "Bolivia los últimos dos años ha estado en el ojo de la tormenta", con una situación que dista mucho de la "economía blindada" que el gobierno había prometido.
Escucha la entrevista completa en el siguiente podcast:
Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz: "Bolivia los últimos dos años ha estado en el ojo de la tormenta".
Reservas internacionales en mínimos históricos
Uno de los indicadores más preocupantes es el estado de las reservas internacionales netas, que han experimentado una caída dramática.
"Nuestras reservas internacionales netas de 15 mil millones que tuvimos en el mejor momento de Bolivia, han disminuido a menos de 2 mil millones en este momento, y líquidas hay menos de 160 millones", señala Pacheco.
Inflación y mercado paralelo del dólar
La inflación se ha convertido en otro punto de preocupación. "La inflación acumulada tiene dos dígitos, entre 12 y 13 por ciento.
Sin embargo, en la medición de la inflación hay ciertos artículos que deberían quitarse. Por lo tanto, nosotros hemos hecho un cálculo aparte y la inflación está por encima del 20 por ciento", afirma la economista.
Deuda pública y dependencia del gas
La situación de endeudamiento del país es igualmente preocupante. Con un PIB de aproximadamente 46 mil millones de dólares, la deuda total representa el 86% del mismo, dividida entre deuda interna (27 mil millones) y externa (cerca de 12 mil millones).
La disminución en la exportación de gas, principal fuente de ingresos del país, ha agravado la situación, con una caída del 30% en las exportaciones.
Rechazo a las recomendaciones del FMI
A pesar de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional que incluyen ajuste fiscal y devaluación de la moneda, el gobierno boliviano ha optado por desestimar estas sugerencias.
"Como estamos en un año que es netamente electoral, las decisiones están priorizadas y orientadas a las elecciones y no a la estabilización de la economía", explica Pacheco.
La situación se complica aún más en el sector productivo, particularmente en Santa Cruz, región clave para la seguridad alimentaria del país.
"De 8, de cada 10 bolivianos, sale la producción de alimentos desde Santa Cruz", destaca la economista, advirtiendo sobre los riesgos en la producción debido a la escasez de combustible y las restricciones a la exportación.
El panorama económico de Bolivia presenta desafíos significativos que requerirán medidas estructurales para su solución, mientras el país se debate entre la necesidad de ajustes económicos y las presiones del año electoral.