La industrialización en la rehabilitación mejora la eficiencia energética

La aplicación de sistemas industrializados en la rehabilitación de la envolvente de los edificios
permitirá mejorar el comportamiento energético, optimizar los procesos en las distintas áreas de actuación, como por ejemplo la fabricación, la ejecución, la gestión y el mantenimiento, reducir y asegurar los plazos de ejecución, determinar costes reduciendo incertidumbres y márgenes de error e incrementar la calidad y prestaciones del producto final, al poder controlarse en todo
momento las fabricaciones antes de su puesta en obra. Es una de las conclusiones de uno de los grupos del Clúster de la Edificación que trabaja en esta materia y que nos contaron en el debate de Inversión Inmobiliaria donde hablamos con: Dasil Fernandez. Ingeniera acústica. Responsable de Prescripción de Pladur. Juan del Amo. Product Manager. Especialista en soluciones y sistemas para cubiertas inclinadas de BMI Group. Carlos Muñoz. Product Manager. Responsable de innovación dentro de la empresa de Emac Grupo. Laia Recasens. Ingeniera de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto. Product Manager de URSA Ibérica.

Hablar de industrialización, requiere cambiar la mentalidad y pensar en procesos, hay que dejar de construir para pasar a fabricar y ensamblar. En el caso de la rehabilitación será una mezcla
entre ambos mundos.

La primera fase no cambia, el diagnóstico en la rehabilitación de un edificio es fundamental, y en un proceso industrializado, más aún, por ser necesario realizar intervenciones y posibles fijaciones de los módulos industrializados a la estructura existente. En este momento la digitalización y sus herramientas como cámaras termográficas, escáneres láser o fotogrametrías, ayudan a facilitar los procesos y a reducir riesgos.

El libro del edificio existente junto con las mediciones y catas in situ nos darán mucha información sobre la rehabilitación que necesita el edificio y el grado de industrialización posible.

Uno de los retos de la industrialización de la rehabilitación es la necesidad de aportar soluciones flexibles. Cada edificio por rehabilitar es diferente y dispone de múltiples puntos críticos a salvar (chimeneas, balcones, elementos decorativos…) que habrá que solucionar. Tras el diagnóstico, llega la fase de planificación, donde en este tipo de soluciones es primordial, puesto que una vez comienza la fabricación de las soluciones, el proyecto no debe sufrir modificaciones. Esto, por otra parte, hace que los plazos sean más fiables y cortos que en la rehabilitación tradicional. Aquí parece que la coordinación de diferentes intervenciones en la rehabilitación (instalaciones, fachadas, cubierta, accesos…) mediante la metodología BIM se impondrá.

Además, al nacer la industrialización en una época donde la sostenibilidad es necesaria, su desarrollo va a facilitar que el Ecodiseño comience a imponerse. Finalmente, llegaría la fase de ejecución, donde se instalarían los módulos o soluciones constructivas adoptadas en el proyecto. Esta fase, igualmente crítica, se simplifica por haberse planificado durante la fase posterior y por una fabricación de los sistemas de anclaje y unión adecuados al edifico.