Durante su intervención para el programa de Foro Recursos Humanos en Capital Radio dirigido por Francisco García Cabello, el exministro de Trabajo explicó las modificaciones que han de tener presentes los directores de Recursos Humanos, a qué se debe la presión política alrededor de la reforma laboral y el consenso aparente entre el Gobierno y los Agentes Sociales.
En primer lugar, teniendo en cuenta que el mundo de los recursos humanos y lo laboral van a estar muy presentes en este inicio del 2022, lo primero que apunta Manuel Pimentel es que la inflación va a estar sobre un seis. «Las autoridades nos insisten en que se trata de una inflación estructural y que por tanto va a bajar a lo largo del año (…). Pero la sensación que tenemos es que es posible que la inflación esté enseñando la patita (…). De los convenios ya me consta que en algún caso empieza a haber dudas de todas las partes (…)».
El presidente de honor de Adirelab explica que la reforma laboral iba a ser muy cómoda en algunos ámbitos, pero que en otros como la «construcción», afectaría en la temporalidad. Además, Pimentel declara que «España está creando empleo (…) pero, sobre todo, está recuperando el empleo que perdía en el sector de la hostelería». Aunque considera que dicho empleo se está creando en sectores muy tradicionales.
Con respecto a la carga y presión política, Pimentel piensa que el panorama que rodea a la reforma laboral y sus apoyos están bajo un caleidoscopio. «Estamos en un gobierno de coalición con lo cuales se hace más completo». Y cree que la ministra Yolanda Díaz lo está haciendo bien ya que «intentar hacer una reforma impuesta o acuerdo solo con los sindicatos», no es fácil. Asimismo, explica, le «gustaría que no se cambiara nada (…) porque cuesta trabajo ponerse de acuerdo en este país (… )».
De cara al consenso aparente entre sindicatos y gobierno el ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales es claro. “En las negociaciones siempre casi nunca se llega a la norma que cada parte le gustaría, sino que tiene mucho de posicionarse”.
«En este caso el contexto era que Europa nos exigía una reforma laboral, por tanto, hay una presión externa. Por otra parte, el gobierno tenía un compromiso electoral de derogación de la reforma laboral y los papeles que fuimos conociendo es que era una reforma muy regresiva que volvía prácticamente a diez años atrás; y hubiera sido muy nociva para los empleos». De manera que hay que tener en cuenta los esfuerzos negociadores de todas las partes.
Entrevista completa
El exministro de trabajo explicó las modificaciones que han de tener presentes los directores de recursos humanos con la nueva reforma laboral. También responde a qué se debe la presión política alrededor de la reforma laboral. Y, finalmente, qué hay detrás del consenso aparente entre el Gobierno y los Agentes Sociales.