Se trata de una visita de trabajo que permitirá al mandatario iraní asistir a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), liderada por Rusia y China. La cumbre está programada para el segundo fin de semana de junio en la ciudad de Qingdao.
El viceministro de relaciones exteriores chino, Zhang Hanhui, asegura que la esperanza de China en la cumbre es “impulsar el desarrollo de la cooperación bilateral” y evitar cualquier consecuencia sobre sus proyectos económicos comunes derivada del posible descalabro del acuerdo nuclear.
Irán es miembro observador de la Organización de Cooperación de Shanghai, pero trata desde hace tiempo ser miembro de pleno derecho, algo que Rusia ha ligado al levantamiento de las sanciones occidentales sobre Teherán.
La Organización de Cooperación de Shanghai y el papel de China
La OCS, más conocida como ser el siguiente paso de los grupos conocidos como "Los cinco de Shanghai", es una organización intergubernamental creada en 2001 por China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, a la que luego se sumaron India y Pakistán como miembros de pleno derecho el año pasado.
La OCS se gestó en gran medida para contrarrestar la influencia de la OTAN. Sus principales objetivos son fortalecer la confianza mutua y la vecindad entre los Estados miembros; además de promover la cooperación económica, política, comercial, la investigación, la tecnología y la cultura, el deporte o el turismo. Una de las claves de su fundación es la cooperación en materia de seguridad, la lucha contra el terrorismo y la estabilidad en la región.
El papel de liderazgo de China en la OCS es indiscutible, con un PIB que supera el total combinado de todos los demás miembros, así que Pekín, con Rusia de su lado, tiene mucho que decir sobre el futuro papel de Irán en la organización multilateral.