Es la primera vez en un siglo que un monarca saudí viaja a Rusia y Salman Bin Abdelaziz deja el país con varios acuerdos militares y compromisos en energía bajo el brazo. Riad y Moscú mueven sus fichas y aprovechan el vacío de poder dejado por Washington en Oriente Próximo, donde el Kremlin se ha convertido en los últimos años en un moderador fundamental y Arabia Saudí se resiste con todas sus fuerzas a ser relegada al papel de un actor secundario.

El presidente Vladimir Putin fue el primero en viajar a Riad hace diez años y está convencido de que esta visita que le devuelve ahora Salman servirá para "estimular las relaciones entre ambos países". Una visita productiva, que se ha saldado con un acuerdo de unos 3.000 millones de dólares, según el diario Kommersant, por el que Rusia exportará armas, como misiles antiaéreos S-400, y tecnología militar a Arabia Saudí.

Al fortalecer su vínculo con Moscú, el reino del Golfo reduce su dependencia de Estados Unidos, que ha sido hasta ahora su principal socio militar. El objetivo podría ser crear una industria armamentística propia, lo que también podría ayudarle a reforzarse ante sus socios de la región, que miran con lupa el avance de la larga guerra de Yemen o la evolución de las tensiones con Catar.



Con todos estos frentes abiertos, Arabia Saudí pretende también diversificar más su economía como explica Salman: “Estamos convencidos de que hay grandes oportunidades para expandir y diversificar la cooperación económica entre nuestros países con el fin decretar las condiciones para las inversiones en el comercio y la economía que podrían utilizar las características económicas específicas de nuestros países en sus intereses y desarrollar el comercio de acuerdo al programa Visión del Reino 2030”.

En la visita del monarca saudí importa también y mucho el petróleo. Estos dos países, que son los mayores productores de crudo del mundo, se han comprometido a afianzar su cooperación para estabilizar el mercado internacional
. En medio de los rumores sobre si se va a extender el acuerdo de reducción de crudo entre la OPEP y otros miembros no OPEP, Putin asegura con motivo de esta visita que ve posible prolongar la reducción como mínimo hasta finales de 2018. Y no solo eso, próximamente podríamos conocer acuerdos de inversión entre las grandes compañías energéticas de ambos países.