La fundación Rafael del Pino organiza un curso sobre La Ética de la Inteligencia Artificial, dirigido por Véliz, en el que se abordan aspectos relacionados con los retos a los que como sociedad nos enfrentamos ante el auge de la IA, los peligros que tiene para la democracia y la importancia de defender la privacidad como parte sustancial de nuestra identidad.
La privacidad en la era digital no es solo una cuestión técnica, sino un derecho fundamental que afecta nuestra libertad y dignidad. Sin embargo, con el crecimiento de las tecnologías de IA, estamos viendo cómo se recopilan y utilizan ingentes cantidades de datos personales, muchas veces sin que los usuarios sean plenamente conscientes de las implicaciones. Como señaló Véliz durante la entrevista, "el alto coste que pagamos con nuestra privacidad" no es una preocupación abstracta: tiene consecuencias reales en nuestra vida diaria y en la estructura de nuestra sociedad.
Los peligros de ignorar la ética en la IA
El uso irresponsable de la IA plantea riesgos significativos para el futuro de la igualdad, la discriminación y los derechos humanos. Si no abordamos la ética de manera rigurosa, corremos el peligro de retroceder varias décadas en estos aspectos cruciales. Los algoritmos de IA, si no están diseñados con responsabilidad, pueden perpetuar y amplificar sesgos preexistentes en la sociedad, creando escenarios de discriminación injusta.
Por poner un ejemplo, en el ámbito de la contratación laboral, sistemas de IA mal entrenados pueden discriminar a personas por su género, raza o antecedentes socioeconómicos. También existen riesgos en la seguridad pública, donde los sistemas de reconocimiento facial han demostrado sesgos raciales significativos, lo que podría poner en peligro los derechos de minorías vulnerables.
Carissa Véliz subraya la necesidad de establecer estándares éticos sólidos. Del mismo modo que la ética médica coloca el bienestar del paciente en el centro de todas las decisiones, la ética en la IA debe centrarse en proteger los derechos fundamentales y garantizar que el avance tecnológico no sea a costa de la igualdad y la justicia.
¿Cómo puede la ética médica inspirar el desarrollo de la IA?
La ética médica ha sido una referencia durante décadas en cuanto a cómo abordar el bienestar y los derechos de los individuos. De hecho, el principio del "primero, no hacer daño" debe aplicarse también a la IA. Si bien la tecnología puede ofrecer enormes beneficios, debemos garantizar que no cause daños colaterales a nuestra privacidad y a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Carissa Véliz subraya que los marcos éticos establecidos en medicina pueden ser una gran fuente de inspiración para el desarrollo de la IA. En medicina, las decisiones se toman considerando siempre el mejor interés del paciente; en la IA, es imperativo que las decisiones tecnológicas se tomen teniendo en cuenta el bienestar y los derechos de los usuarios y de la sociedad en su conjunto.
Puedes escuchar la entrevista completa en este enlace a partir del minuto 27.21.
La necesidad de un diálogo global sobre la ética y la IA
Es fundamental que la sociedad en su conjunto se involucre en la conversación sobre la ética en la IA. No es suficiente que esta responsabilidad recaiga solo en los tecnólogos. Necesitamos un diálogo inclusivo, que involucre a legisladores, académicos, ciudadanos y expertos como Carissa Véliz. Solo así podremos construir un marco ético robusto que garantice que la tecnología se utilice para promover el bienestar común.
La Fundación Rafael del Pino, a través de iniciativas como su curso sobre ética e IA, está tomando un papel activo en esta discusión, promoviendo un enfoque responsable y ético en el desarrollo tecnológico. Este tipo de esfuerzos son clave para asegurar que la IA avance en la dirección correcta, sin comprometer los valores fundamentales de nuestra sociedad.