Nos encontramos en un nuevo escenario de tecnología aplicada, donde la inteligencia artificial (AI), el machine learning (ML), Internet de la Cosas (IoT), blockchain o la Internet del valor y la web 3.0, han ido aportando cada vez más aplicaciones orientadas a ofrecer sustanciales mejoras para la sociedad. No se puede negar que estamos ante un cambio de paradigma estructural, que en cualquier caso obliga a adaptarnos a los nuevos tiempos, si bien ello no es fácil. Hemos pasado de intercambiarnos emails a intercambiar transacciones, o a poder tener intervenciones quirúrgicas a distancia gracias a contar con redes 5G. Estos y otros muchos cambios, van a suponer nuevos modelos de negocios que implican nuevos desafíos.
Blockchain ha irrumpido con aires de moda a la que muchos se apuntan para no parecer desfasados. Erróneamente blockchain se asocia solo con las cryptomonedas, algo tan en alza como su protagonismo en los despachos de la Agencia Tributaria, pero esta tecnología abarca algo tan importante como el control de identidades, o la trazabilidad de los productos desde el origen hasta llegar a las manos del consumidor.
La ciencia de datos combinada con IA permite hacer predicciones con una sólida base
La IA se ha incorporado a nuestras vidas de una forma tan transparente que casi no percibimos su presencia. Aplicaciones que usamos con frecuencia, búsquedas en Internet donde se perfilan nuestros gustos, o elección de favoritos sin ser conscientes de ello, conforman nuestra silueta como usuario. La ciencia de datos combinada con IA permite hacer predicciones con una sólida base, lo cual alimenta un falso debate entre los crédulos del big data y aquellos que, basados en su experiencia vital, ponen en tela de juicio los resultados. Descubrir las correlaciones o la sobreexplotación de los datos, permite trabajar por capas y trasladar sus aplicaciones a algo tan destacado como la medicina personalizada de precisión, que permite escalar la experiencia y el talento de un experto clínico, para convertirlo en lo que podíamos definir como un buen “diagnosticador” de especialidades médicas.
La consultora Gartner resalta en uno de sus últimos informes que en el año 2025 (no tan lejano) el uso de la IA liderará la inversión tecnológica de las empresas. El futuro, ya está aquí.