Lo único positivo de la crisis del COVID-19 es que ha sido un gran acelerador para las empresas, donde se ha experimentado un cambio en las relaciones laborales siendo uno de los puntos más destacados el nivel de compromiso adquirido, que se ha convertido en el gran pacto no escrito entre trabajadores y empresarios. España cuenta con un tejido empresarial abrumadoramente ocupado por pymes donde se concentra el 70% del empleo activo. Es en este sector donde los cambios que exige la economía digital se hacen más necesarios que nunca y donde el talento cobra un protagonismo especial.
Las pymes son vivero de talento y quizás ahora cobra una importancia capital ser capaces de recualificar a sus trabajadores, para evitar esa tan temible fuga de cerebros hacia empresas de mayor dimensión. Juega en su contra que la dedicación de sus trabajadores a acciones formativas, al tener menor plantilla, prescindir de alguien para acudir a cursos se convierte en algo complicado, si bien cada vez existe una mayor sensibilidad por la formación, pues se torna imprescindible para garantizar la competitividad.
La formación se torna imprescindible para garantizar la competitividad
Este sector de las pymes ha experimentado un importante avance en sectores como el e-commerce donde alcanzamos tasas cercanas a las de otros países de la UE (9% España contra 11% UE). En el polo opuesto, tan solo un 25% de las pymes disponen de un plan digital. Es evidente que aún se encuentran en una fase inicial de acercamiento a la digitalización, debiendo entrar en una segunda fase de transformación digital, más pronto que tarde.
Instrumentos como el plan Acelerapyme 2021-2025, un portal para pymes dotado con 4.000 millones de euros, que pretende iniciarlas e incluirlas en transformación digital, o la puesta en marcha del Kit Digital cuyo presupuesto de 500 millones va dirigido a empresas entre 10 y 49 trabajadores, permitirá ayudar a la innovación mediante el bono digital facilitado a las pymes con cuantías entre 2.000€ y 12.000€ para prácticas de digitalización. Las pymes indiscutiblemente crean empleo y con el apoyo a la digitalización desde los poderes públicos, se modernizará sin duda nuestro tejido empresarial.