El panorama económico español presenta una paradoja: mientras los indicadores macroeconómicos muestran un crecimiento superior al de sus vecinos europeos, los ciudadanos no perciben esta mejora en su día a día. El catedrático de Economía de la Universidad CEU San Pablo, Rafael Pampillón, explica este fenómeno y analiza las perspectivas económicas para España en este 2025.
El catedrático analiza la paradoja de España: indicadores macro por encima de nuestros vecinos europeos, sin que los españoles lo noten en su día a día.
El motor del crecimiento español
"La economía española crece en cantidad porque entra mucha mano de obra barata y de baja productividad que viene de países latinos, unos 450.000 al año, que además coincide con el número de empleos que se crean al año", señala Pampillón.
Este crecimiento, según el experto, no está impulsado por factores tradicionales: "No nos viene por el aumento de la inversión, que está estancada, por el aumento del capital humano, que tampoco mejora, tampoco por el capital físico".
"Cuando ese crecimiento aumenta el producto interno bruto, hay que repartirlo entre más gente", explica el catedrático. Y añade: "Nuestra renta per cápita no aumenta, no llega a la media de la media europea. Y en términos de productividad pasa lo mismo".
Respecto a las finanzas públicas, Pampillón advierte sobre el incremento de la presión fiscal: "Las cotizaciones sociales están subiendo más rápidamente que los costes salariales. Los salariales se están subiendo al 5% y las cotizaciones como al 6%".
El experto considera que "todos esos ingresos fiscales de cotizaciones sociales, de impuestos, permiten un gasto público muy elevado" y sugiere que "probablemente un crecimiento más sano sería un crecimiento menor, pero con menos gasto público".
En el contexto internacional, el economista señala la incertidumbre generada por las políticas de Donald Trump y el riesgo de estancamiento en Europa. "La economía europea está muy floja, Francia y Alemania, los dos grandes motores, están gripados", advierte Pampillón, quien también destaca los riesgos inflacionarios y las dudas sobre futuras decisiones del Banco Central Europeo.