La reciente decisión del presidente de Estados Unidos de imponer aranceles del 10% a productos de 180 países ha generado preocupación en Europa y especialmente en España.
Antonio Bonet, vicepresidente de la Confederación Europea de Asociaciones de Comercio Exterior y presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, ha analizado el impacto de estas medidas con Luis Vicente Muñoz.
El presidente del Club de Exportadores e Inversores advierte sobre la incertidumbre de las medidas del Liberation Day de Trump: "Es malo para todos".
Bonet fue contundente en su valoración inicial: "Es malo para todos. Es malo para Estados Unidos, es malo para Europa, es malo para los consumidores, es malo para las empresas". El experto señaló que aunque ahora se conocen los porcentajes (10% para la mayoría de países y 20% para Europa), la incertidumbre continúa porque "no es sostenible ni para la economía norteamericana ni para el resto de las economías del mundo".
Sobre el cálculo que ha realizado la administración Trump para justificar estos aranceles, Bonet mostró su escepticismo: "Me gustaría saber quién es el que ha hecho las matemáticas". Según explica, parece que han sumado el arancel medio que aplica la Unión Europea con el IVA, algo que considera incorrecto porque "el IVA es un impuesto neutro, se cobra igual a productos que vengan del exterior que a los que se producen dentro de la Unión Europea".
Sectores afectados y efectos indirectos
Ante la presentación de un plan de contingencia por parte del Gobierno español, Bonet identificó los sectores más vulnerables: "productos agroalimentarios, vinos, aceites, quesos, productos farmacéuticos también importantes, componentes de automoción".
Sin embargo, advirtió que también habrá efectos indirectos porque los países más afectados por aranceles elevados, como Vietnam o China, "van a intentar buscar mercado en otros sitios, con lo cual no es descartable que intenten entrar en Europa desplazando a producción europea".
Cuando se le preguntó si los exportadores españoles podrían buscar mercados alternativos, Bonet reconoció que "pueden, otra cosa es que lo consigan", ya que "el nivel de competencia, estamos todos en el mismo". Puso como ejemplo la competencia entre España e Italia en productos agroalimentarios, donde ambos países buscarán nuevos destinos para sus exportaciones.
El presidente del Club de Exportadores se mostró poco optimista sobre la política comercial europea: "No somos demasiado optimistas porque la política comercial que ha estado poniendo en marcha la Unión Europea en estos últimos años es una política comercial que está mezclando temas de valores con temas estrictamente económicos".
Citó como ejemplos la Directiva de diligencia debida de cadenas de suministro y el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono.
Posibles medidas de contingencia
Sobre el plan de contingencia que prepara el Gobierno español, Bonet anticipó que probablemente incluirá "subvenciones, créditos" y "planes de protección a trabajadores para que no haya despidos en aquellas industrias donde más se vayan a ver afectadas".
Entre las propuestas concretas que el Club de Exportadores ha venido solicitando, destacó "el aumento de la dotación presupuestaria para créditos para proyectos de infraestructuras en terceros países", una medida que podría ayudar a que "empresas españolas aumenten su exportación en otros sectores".
La imposición de estos nuevos aranceles marca un punto de inflexión en las relaciones comerciales globales, con consecuencias que, como señala Bonet, generan un escenario de incertidumbre para el comercio internacional.
Las próximas semanas serán determinantes para evaluar tanto el impacto real de estas medidas como la efectividad de los planes de contingencia que se implementen desde Europa y España.