Ha pasado solo un mes desde que la CDU, liderada por Friedrich Merz, ganara las elecciones en Alemania. Un periodo breve pero intenso en el que se han producido cambios sustanciales en la política alemana: la formación de una coalición entre la CDU y el SPD (a la que expertos reconocen que "no podemos ya hablar de una gran coalición"), una reforma constitucional del freno de la deuda, un impulso significativo al gasto en defensa y los fundamentos de una política económica de reactivación.
Ludger Gruber, representante de la Fundación Konrad Adenauer para España y Portugal, analiza este escenario en Alemania y el papel de esta potencia en la nueva Unión Europea que se está configurando en esta entrevista con Luis Vicente Muñoz.
El representante de la Fundación Konrad Adenauer analiza los primeros pasos del gobierno de Friedrich Merz y los cambios históricos en la política germana.

Una coalición diferente a las anteriores
Gruber afirma que esta coalición será distinta a las anteriores: "Lo que se parece es el nombre, pero ya es mucho más pequeña. No podemos ya hablar de una gran coalición, más de una pequeña coalición". Según Gruber, con las decisiones extraordinarias tomadas la semana pasada, "va a cambiar mucho la forma de hacer política. También los desafíos y los debates".
Entre las decisiones más relevantes destaca la reforma constitucional que flexibiliza el límite de endeudamiento público alemán, aprobada por más de dos tercios del Bundestag. Esta modificación permitirá que el gasto en defensa pueda superar el 1% del PIB.
"Hablamos aquí de más o menos 440 mil millones de euros y eso sí es casi una pequeña revolución", explica Gruber, quien atribuye este cambio a la guerra de Ucrania, a Putin y a la forma de actuar de Donald Trump. "Ambas razones han cambiado mucho la percepción y el gran desafío y la inquietud de no poder defenderse como Alemania, como Europa".
Este giro supone un cambio de paradigma fundamental para la CDU, tradicionalmente defensora de la austeridad. "Se ha decidido desviar el camino de austeridad que siempre tuvimos, sobre todo la CDU, y ahora tener el derecho a tomar créditos sin límite", señala Gruber.
Un plan económico ambicioso con retos en la implementación
El acuerdo entre CDU y SPD incluye recortes fiscales limitados, pequeñas reformas estructurales y un aumento moderado de la inversión pública. Sin embargo, existen dudas sobre la capacidad de estas medidas para reactivar la economía alemana.
Gruber reconoce que "la cantidad de dinero es enorme y si se gestiona muy bien, se puede cambiar muchísimo". No obstante, advierte que "si no se reforma, si no tenemos la capacidad de gestionar bien, el peligro es muy alto".
La falta de mano de obra cualificada podría provocar que "si echas mucho dinero en este proceso que no se puede gestionar, suben los precios y al final no has realizado mucho cambio y al mismo tiempo tienes muchas deudas".
La nueva coalición ha aprobado destinar 100 mil millones de euros a medidas contra el cambio climático, además de otros 100 mil millones para los Länder. Respecto al futuro de las centrales nucleares, Gruber considera que no se reactivarán: "No será necesario porque ya el 60% de nuestra energía la ganamos de energías renovables. Si continuamos con esta velocidad vamos a reducir nuestra dependencia".