Hoy hemos tenido con nosotros a Jaime Peyró, director de relaciones institucionales de la Fundación A LA PAR, para hablar de la entidad y el trabajo que realizan en el que se centran en conseguir que las personas con diversidad funcional intelectual trabajen, se diviertan y disfruten de la vida como cualquier otra persona.
Hoy hemos querido dedicar una parte de nuestro After Work para hablar de todas aquellas personas a las dar sus primeros pasos en el mundo laboral puede suponerles toda una odisea. Nos estamos refiriendo a las personas con diversidad funcional intelectual para quienes trabajan fundaciones como la Fundación A LA PAR, una entidad que procura hacer de esta carrera de obstáculos una competición más igualada.
Para tratar esta y alguna que otra controversia se ha acercado hasta nuestros estudios el director de Relaciones Institucionales de la Fundación A LA PAR, Jaime Peydró. Rememorando el largometraje de Javier Fesser, Campeones, ha empezado esta charla en la que se han dejado entrever los valores y objetivos que la Fundación A LA PAR ha querido mantener, y mantiene, a lo largo de sus más de 70 años de historia y es que la importancia de defender al más desfavorecido, y en este caso, a las personas con diversidad funcional intelectual, se ha convertido en su eje de actuación.
Con más de 350 trabajadores regulares que apoyan a cerca de un millar de discapacitados que buscan esa inserción laboral que todos desean, A LA PAR se ha convertido en una entidad referente en Madrid.
Llegando a abrir una oficina de empleo propia, con el objetivo de no depender tanto de las ayudas públicas, A LA PAR oferta una variedad de certificados profesionales, la tan en boga, FP Dual, centrados en tres sectores que consideran clave: administración y gestión, comercio y marketing y hostelería.
No obstante, Peydró ha remarcado que no solo es importante trabajar en el ámbito laboral. “Hay que centrarse en el ocio, generar planes para que los fines de semana sean igual de normales que los días de trabajo” comenta.
Por otro lado, se ha puesto en foco en la importancia del papel de las empresas, no solo los grandes, que también, sino las PYMES, las pequeñas y medianas empresas que tienen la responsabilidad corporativa de promover la inserción de estos colectivos en la vida de todos.
“Tenemos que abrirnos hacia fuera para promover la apertura de nuestro proyecto trabajando en una línea estratégica enfocada en la discapacidad intelectual” dice Peydró.
El papel de la Fundación A LA PAR
A LA PAR nació en 1948 de la mano de Carmen Pardo-Valcarce y la necesidad de asistencia que tenían, en aquel momento, las personas enfermas de lepra que vivían en un centro de internamiento en Trillo (Guadalajara). Unos terrenos a las afueras de Madrid, en la actual zona de Mirasierra, fueron el inicio de lo que hoy es el buque insignia de la entidad.
La fundación, en manos de la cuarta generación de la familia Pardo-Valcarce, centra sus esfuerzos en la defensa de la inclusión de los colectivos con diversidad funcional intelectual en una sociedad en la que las barreras de entrada a estos colectivos son cada vez más fuertes.
Generar recursos propios y conseguirlos de la manera más sostenible posible son dos de los puntos sobre los que vira la actuación de una entidad en la que creen que un capital humano más diverso es posible.