La economía digital está cambiando muchos conceptos y se está abriendo a nuevos modelos de relaciones laborales, algunas de ellas inéditas. Cada vez es más frecuente que sea el empleado el que decide y no el revés. No voy a dibujar un paisaje idílico donde el empleado va a decidir dónde y cómo trabaja, pues con una cifra de parados cercana a los tres millones, invita a pensar que, con tal de tener trabajo, se aceptaría cualquier situación. Me estoy refiriendo a aquellos casos, donde son las compañías las que deben de tomar en consideración la escucha abierta al candidato que busca trabajo, pues el salario ya no es la única variable por computar.
El nuevo empleado quiere conocer los valores de la empresa, su percepción de las necesidades de los trabajadores y su adecuación a las circunstancias personales de cada uno, ofreciendo facilidades para la conciliación laboral o la formación para desarrollo de sus nuevas capacidades, porque cada edad y circunstancia exige expectativas diferentes. Por el contrario, la empresa le pide al nuevo empleado algunas habilidades personales como compromiso, lealtad y flexibilidad para alcanzar objetivos.
Los candidatos ponderan la propuesta de valor que ofrece la empresa
En el contexto en el que estamos, las empresas tienen que poner el foco no solo en seleccionar personal, sino en que sean seleccionadas ellas. Los candidatos ponderan la propuesta de valor que ofrece la empresa y por contra las empresas deben atraer candidatos válidos para ellas.
El COVID-19 nos ha hecho replantearnos muchas cosas, pero tal vez lo más destacable ha sido reflexionar sobre si estamos colocando las prioridades en el lugar que deberían estar, sobre todo en el aspecto emocional. Un estudio de una importante empresa de recursos humanos revelaba que uno de cada cuatro empleados si pudiera dejar su trabajo lo dejaría, pues ha sido tan grande el desgaste mental, confinamiento incluido, que ha hecho valorar nuestro papel como empleados desde otro prisma.
Dar prioridad a la comunicación y a la escucha empáticas, perecen más necesarias que nunca. Es necesario entender bien a los empleados, empatizar con ellos y aprender a caminar juntos. Los tiempos han cambiado y mucho….