Bañada por las aguas del río Elba, la ciudad jardín de Dresde, capital de Sajonia, emerge desde la frondosidad de los bosques que la rodean como una ciudad edificada bajo la perspectiva de ser integrada en un entorno natural y armónico. Se dice que la calidad medio ambiental que ofrece es una de las mejor conservadas de Europa: un 64 % de la región está ocupada por bosques y prados. En Dresde se puede encontrar todo lo necesario para vivir: un estupendo panorama de la ciudad, una enorme oferta cultural, vida nocturna y mucha vegetación.
Pocas ciudades te permiten acercarte a sus viñedos en tranvía, a pocos minutos del centro, y admirar con unas vistas increíbles, la ciudad a orillas del Elba mientras degustas una copa de vino al pie de sus cepas. Algo que muy pocos privilegiados pueden disfrutar.
Desde la lejanía, cuando nos vamos aproximando a ella, vislumbramos entre las puntas de las torres de sus palacios barrocos la imponente cúpula de la Frauenkirche, la joya de las iglesias luteranas del barroco alemán; es una reconstrucción de la original destruida durante el bombardeo aliado del 13 de febrero de 1945.
A corta distancia, encontramos el Palacio Residencial recientemente reconstruido, y considerado el “Louvre Sajón”. El cual acoge la espectacular colección de tesoros y joyas de los príncipes electores de Sajonia, sobre todo de Augusto II llamado “el Fuerte” por su fuerza física, pero también por su empeño en hacer de Dresde uno de los principales centros continentales del arte barroco de su época.
Seguimos nuestro recorrido hacia la Theaterplatz, o “plaza del teatro”. Desde la estatua ecuestre del Rey Juan, situada en el centro de la plaza, se pueden contemplar algunos de los edificios más emblemáticos de Dresde: la Semperoper, o “Teatro de la opera de Semper”, donde las obras de Richard Wagner forman parte del repertorio de cada temporada y además tiene la peculiaridad de que se representan diferentes obras durante la semana, por lo que tienes garantizados varios espectáculos durante los días de visita. Además, también se pueden realizar visitas guiadas que incluyen un recorrido por el patio de butacas y sus salones.
Continuamos hacia El Zwinger, un gran jardín que en la época Augusto II El Fuerte fue su invernadero de naranjos al cual era aficionado. En su interior se encuentran la Colección de Porcelana, el Salón de las Matemáticas y la Física y la imprescindible Pinacoteca de los Viejos Maestros con la inigualable obra pictórica de la «Madonna Sixtina» de Rafael.
En el Palacio Residencial, al otro lado de la calle, que fue sede del gobierno de los príncipes electores y reyes de Sajonia, se puede visitar la Colección de Grabados antiguos, el Gabinete de las Monedas, la Colección de Armas y las majestuosas salas originales de la Cámara del Tesoro real y la Histórica Bóveda Verde.
Para finalizar nuestra visita por el centro histórico, no podremos dejar de admirar a lo largo de la calle Augustusstrasse hacia el Neumarkt, un gigantesco mural, realizado con 24.000 azulejos de porcelana de Meissen. Este mural llamado la Procesión de los Príncipes de más de 100 metros de longitud, representa a todos los monarcas de Sajonia entre 1123 y 1904.
Reportaje realizado por nuestro compañero David Bigorra, Director de la Revista QTRAVEL.
Dresde, un recorrido por el referente cultural de Europa
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