Alejados de los tradicionales pasos de Semana Santa, el olor a incienso y los suculentos postres en forma de torrijas, leche frita o roscos, cada vez son más lo que apuestan por disfrutar de unos días de asueto alejados de esta festividad religiosa.
Bilbao y su arte a través del Guggemheim
Un paseo hasta el funicular de Artxanda, el Mercado de la Ribera o el Azkuna Zentroa serán los imprescindibles para conocer parte de la radiografía de esta urbe. Además, esta ciudad se convierte en la perfecta compañera para aquellos que deseen conocer una urbe que ha sido elegida la mejor ciudad europea de 2018 por parte de The Academy Of Urbanism.
Nueva York o cómo comerte la Gran Manzana
En una de las bocacalles de Times Square se encuentra Gulliver’s Gate, una atracción recién inaugurada perfecta para familias. Una vez dentro, tendrás el mundo en tus manos –literalmente– con decenas de reproducciones en miniatura de los monumentos planetarios más importantes. Por supuesto que no falten los clásicos como un paseo por la Quinta Avenida, la plaza de Rockefeller Center, caminar por Broadway y maravillarse con una estampa aérea de la ciudad subiendo a lo más alto de Top of the Rock.
Bajo el sol de La Toscana
Emulando a la protagonista que da título a la película, un viaje hasta este paraíso italiano es hacerlo para conocer una orografía de cuento formada por suaves colinas, viñedos, cipreses, coquetos pueblos medievales y una gastronomía envidiable que nos hace sentir que estamos en el mejor paraíso rural. Piaza o Volterra pueden ser dos destinos y apuesta segura.
Un salto al Mediterráneo
También los habrá que decidan, si el tiempo acompaña, viajar a la playa. En este sentido, la Playa de Muro, en Mallorca puede estar en las listas de los que amen los deportes náuticos. Esta playa azul turquesa es ideal para pasear, hacer ejercicio y relajarse con familia.
Cómo y dónde vivir una Semana Santa alternativa
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