Venid conmigo, cerrad los ojos y escuchad. La nada, o el todo según como se mire. La compañía americana Royal Caribbean ha captado perfectamente el sonido del mar, muestra de ello es su espectacular Symphony of the Seas, el mayor barco del mundo, el número 25 de la flota de la compañía y cuarto de la clase ‘Oasis’.
El pasado 27 de marzo comenzaba su viaje preinaugural desde Málaga hasta Barcelona, donde se ubica su puerto base.
Haciendo alusión a su nombre y comparándolo con una composición musical, hablamos de la combinación perfecta entre sonido y silencio; el maravilloso silencio del mar que contrasta a la vez que armoniza con los sonidos de la vida del colosal barco que cuenta con casino, spa, fitness center, 20 restaurantes repartidos en los siete barrios en los que se divide esta pequeña ciudad marítima, pista de hielo, 2 paredes de escalada, sala de cine en 3D, simulador de surf, minigolf y así hasta completar el largo etcétera que conforma la oferta de ocio del buque.
Como un destino en sí mismo, así es como te sientes cuando paseas por la recreación de Central Park que cuenta con 12.000 plantas tropicales, o cuando miras hacia arriba y te sorprende el tobogán más alto en alta mar, Ultimate Abyss o su tirolina de 25 metros.
Si hablamos de cifras, el Symphony of the Seas puede albergar hasta 6.680 pasejeros, 2.200 miembros de tripulación y dispone de un total de 2.775 camarotes. Pero podemos dar más: 18 cubiertas, 19 piscinas, 10 jacuzzis, 24 ascensores, una auténtica ciudad flotante con un objetivo claro, ‘crear una experiencia vacacional para viajeros de todas las edades’ en palabras del CEO de la compañía americana, Michael Bayley.
Durante los próximos meses, esta ciudad marítima realizará cruceros por el Mediterráneo. Su recorrido tendrá paradas en Palma de Mallorca, Provenza, Florencia, Pisa, Roma y Nápoles. A finales de octubre partirá hacia Miami, próximo puerto base.
En la música, siguiendo con el paralelismo, es importante tanto la composición como las emociones que genera en el interior de las personas, y en eso, en su interior, el Symphony of the Seas también ha pensado en todos los detalles. La principal novedad es la Ultimate Family Suite, que cuenta con 125 metros cuadrados y está pensada para ocho personas. En ella hay cosas tan sorprendentes como una pared de Lego, o un tobogán que va del dormitorio al salón, para hacer las delicias de los más pequeños, pero no creáis que se olvidan de los mayores, y es que en la parte exterior dispone de un jacuzzi donde disfrutar de un momento privado de relax.
Otra de las muchas novedades del barco es la posibilidad de realizar la facturación desde el Smartphone. Mediante una app y subiendo una foto del pasaporte, podréis ir directamente al control de seguridad. Además, durante vuestra estancia podréis utilizarla para hacer reservas en los diferentes restaurantes y reservar excursiones.
Como esa canción que nunca te cansas de escuchar, así es el Symphony of the Seas, mucho más que un barco, un país de las maravillas en el mar.
Symphony of the Seas, un país de las maravillas en el mar
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