Por Ángel Perales y Luis Blanco
La Behobia-San Sebastián es una de las carreras más destacadas del calendario de atletismo popular. Este domingo 13 de noviembre celebra su edición número 52. Después de unos años de ininterrumpido crecimiento de participación, agotándose los dorsales en pocas semanas con meses de antelacíon, este año la inscripción no solo ha echado el freno, sino que el número de corredores ha disminuido.
Desde que en 2002 llegara a los 11.000 participantes y agotara por primera vez los dorsales, la cifra ha ido creciendo cada año, según datos de la organización. El año pasado, 2015, el total de inscritos alcanzó un último récord de 34.000. Según datos de la organización, este año el número ha caído hasta los 31.000. ¿Cuáles son las causas del descenso en 3.000 personas?
Posiblemente sean varios los factores los que lo han provocado. Vamos a exponer algunos de ellos.
-Dureza, clima adverso y salud
El año pasado, en medio de altas temperaturas inusuales para la época en la que se disputa la carrera (noviembre) muchos participantes tuvieron que parar o abandonar la carrera. El parte médico oficial registró 450 atendidos, 21 ingresados en hospital, 4 trasladados a la UCI y, lo más trágico: un fallecido. La mayoría de los afectados sufrió golpes de calor. Desde el año 2.000, en la Behobia-San Sebastián han fallecido tres corredores.
¿Puede este hecho hacer que los corredores se echen atrás y por precaución decidan no inscribirse en la carrera? Iñigo Etxeberria, coordinador general de la Behobia-San Sebastián, cree que puede ser uno de los motivos. Algunos corredores quizá se "han echado atrás" por ello.
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En realidad, la popular carrera tiene un evidente grado de dificultad. Su distancia es de 20 kilómetros entre Irún (en la frontera de Francia) y el Boulevard de San Sebastián, junto al mar. Su sinuoso recorrido es bastante duro, con un par de puertos de carretera que ponen a prueba el esfuerzo de los corredores.
Pero a todo eso se añade otro factor que hace que la prueba sea aún más dura algunos años: la meteorología. Los que llevan muchos años siguiendo la prueba han vivido ediciones con altas temperaturas y humedad y decenas de afectados por golpes de calor y años con fuertes lluvias, tremendas rachas de viento y frío...
-Saturación del calendario de carreras
La proliferación de carreras populares en el calendario de atletismo popular ha influido también, según Íñigo Etxeberria, en esta bajada de participación. Para los aficionados al 'running' es más difícil elegir qué carrera les conviene.
Koldo Bravo, autor de la novela "La Behobia: Crónica de un desafío", considera que esta es la razón principal. "En San Sebastián ahora hay muchas carreras populares”, apunta, "y en todo Guipuzcoa hay decenas".
Bravo ha sido un asiduo a la prueba durante años, y su primera participación se remonta a finales de los 80. Durante una temporada no pudo colocarse en la línea de salida, pero volvió justo para vivir los años de auge definitivo de la Behobia-San Sebastián a comienzos del nuevo siglo.
"En el comienzo de esa segunda etapa que viví, los corredores de aquí hacíamos siempre las mismas carreras, sobre todo una de 10 kilómetros, otra de 15 y la Behobia, que estaban estratégicamente situadas y separadas por unas semanas", cuenta. Entonces no había muchas carreras más. Pero ahora han proliferado y "casi cada barrio" de San Sebastián tiene la suya. En realidad, apunta Bravo, "a la Behobia en sí no le pasa nada, es que hay muchas otras carreras".
Oscar Díez, responsable de Corriendovoy.com, por su parte, destaca el cambio de hábitos de los corredores populares, que "ahora tienen más alternativas, no sólo carreras, también hay quedadas". Según Díez, antes "había más especialización en el atletismo". Ahora el corredor busca disfrutar y si ha hecho una carrera como la Behobia una vez, tampoco tiene por qué volver a hacerla, ya que hay otras muchas que probar.
-Gastos del corredor
Quizá sea este uno de los motivos más importantes para explicar este declive de la Behobia-San Sebastián.
A la carrera acuden cada año miles de corredores de fuera de Guipuzcoa. La mayoría de ellos, se hospedan en San Sebastián o en pueblos de alrededor. Los precios de estos alojamientos se han disparado en los últimos años a tenor del éxito de la carrera, sumado a las dificultades que suelen encontrar los corredores para reservar su plaza. Deben hacerlo con muchos meses de antelación.
En la edición 2015, desde Cataluña acudieron 5.400 participantes a San Sebastián ese fin de semana. Desde Francia casi 3.800, por ejemplo, 3.100 desde Madrid y 1.500 desde Aragón. El número de guipozcoanos fue de 8.800 fueron de la provincia de Guipuzcoa.
Pero al alojamiento hay que sumar los gastos en restaurantes y los bares, para probar los 'pintxos' típicos de la zona, o en compras en los cascos antiguos de estas localidades. Los participantes deben llevar más provisiones que un par de zapatillas para sobrevivir durante ese fin de semana.
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En 2014, Deusto Business School realizó un estudio del impacto económico de la carrera en la ciudad de San Sebastián y concluyó que la mayor partida de gasto de los participantes estaba en la restauración, con una media de 136 euros por corredor. A los que sumaba otros 150 para alojamiento y ocio. Total: casi 300 euros, de media (a precios de 2013, cuando se recogieron los datos), sin contar gastos de viaje o el precio del dorsal.
Oscar Díez destaca lo complejo y caro que supone para un muy elevado número de corredores acudir a esta prestigiosa prueba. "Te vas el fin de semana completo, gastas en gasolina, cuando llegas tienes que ver dónde aparcas el coche, porque en el centro hay que pagar; luego el hotel, todo suma".
Y tanto el responsable de CorriendoVoy.com como Koldo Bravo coinciden en algo con muchos corredores que viajan a menudo a esta carrera: al calor del éxito de la Behobia los precios en San Sebastián ese fin de semana se han ido elevando en los últimos años. De hecho, Díez lo tiene claro: "en San Sebastián han matado a la gallina de los huevos de oro". Los precios han subido tanto que pueden provocar una reacción de rechazo en los participantes.
Oscar lleva casi una década grabando la llegada a meta de los miles de participantes en la carrera para luego subir esas llegadas (y los vídeos de otros puntos del recorrido) en su web, el medio oficial de los vídeos de la Behobia-San Sebastián. Y en su etapa de corredor más activa, en los años 90, también corrió la prueba.
Koldo Bravo, por su parte cree que puede haber casos de gente que "estratégicamente aprovecha" para elevar los precios y confirma que hay personas que alquilan sus alojamientos con mucho tiempo de antelación.
Pero el coordinador de la carrera, Iñigo Etxeberría, suma un elemento más como motivo de la subida de precios este año: "el hecho de que San Sebastián haya sido nombrada Capital Europea de la Cultura 2016". Para aquellos corredores que deben apretarse el cinturón, este incremento de costes ha sido muy influyente.
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-Precio de la inscripción
Koldo Bravo no cree que esto sea un motivo por el cual muchos corredores se echan atrás y dejan de inscribirse en la carrera. Tampoco lo cree su coordinador. Iñigo Etexberría destaca el hecho de que "en 2015 se había aumentado el precio en 5 euros con respecto al año anterior (hasta los 45 euros actuales) pero aún así se registraron un nuevo récord.
Etxeberría reconoce que "para la organización es habitual recibir quejas en cuanto al precio cada año", pero insta a los que lo critian a valorar más el trabajo que realizan para preparar la carrera. Oscar Díez asegura que el dorsal es uno de los más caros de España, si no el que más, para una carrera de esa distancia, pero apunta que en realidad "el dorsal supone muy poco" con respecto al gasto total del corredor.
Y si, durante años, han agotado dorsales a pesar del elevado precio, será porque los que lo pagan consideran que merece la pena. No en vano, la Behobia-San Sebastián suele estar entre las favoritas de todos aquellos que la han corrido al menos una vez. Por su recorrido, por su organización, por el ambiente de una ciudad como San Sebastián y, sobre todo, por su animación y su público, sin comparación en casi ninguna otra carrera de España. El domingo 13 de noviembre, más de 30.000 corredores lo van a sentir así.
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