Por Cristina Rivas

Lo primero que escuchamos pasados los primeros 4 minutos de nuestra vida corriendo, podría ser una voz diciendo “para”. Pero correr nos hace superarnos. No querer “escuchar” al cerebro, hace que apostemos por la motivación.


Son numerosos los beneficios y cambios que experimenta nuestro cuerpo cuando el running comienza a formar parte de la rutina.


Según una encuesta de Hábitos Deportivos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del año 2015, la principal razón por la que los españoles comienzan a correr es para estar más saludables, y sentirse más en forma.


Al inicio de nuestros días como runners, se puede ver cómo las agujetas son las primeras en aparecer. Sin embargo, son muchos los cambios que nuestro organismo experimenta al empezar a correr, y la mayoría positivos. Uno de los principales es la mejora de la capacidad pulmonar y cardiaca. Y por consiguiente, que ambos órganos sean más eficientes. Así lo explican en un estudio de la Universidad de Pensilvania del año 2017, en el que cuentan en sus conclusiones que “correr tiene un gran beneficio para la salud del corazón”.

Correr también nos hace más listos, así lo explica José Luis Trejo, investigador del CSIC en una entrevista a carreraspopulares.com. Y es que, correr hace que tengas más neuronas y que mejoren algunas capacidades cognitivas”. Además, correr “hace que funcionen mejor algunos procesos cerebrales y que se incremente el número de neuronas en el hipocampo, la parte del cerebro que participa en el aprendizaje y la memoria”. Pero tiene más beneficios para la mente el cerebro, ya que esta zona es la relacionada con la depresión y la ansiedad.

Además, el running es uno de los remedios contra estrés. Despejarse al aire libre es una buena forma de liberar tensiones. Así lo explica el estudio de las Universidades alemanas de Bonn y Munich del año 2008. En él, se demuestra que, después de correr, el cuerpo tiene un mayor nivel de endorfinas, las “hormonas de la felicidad”.

Otro ejemplo de esta capacidad extra que aporta el running, es el estudio “Marathon running A hobby of global CEOs” realizada por el ICFAI Business School de Mumbai del 2006. En ella, varios directivos de grandes compañías explican cómo su vida laboral ha mejorado desde que, en su caso, han corrido un maratón. Así lo explica el exCEO de la compañía Kellogg’s James Jenness: “(correr) te hace sentir mejor contigo mismo, y por lo tanto vas a hacer mejor tu trabajo”.

Pero no solo la eficiencia se ve aumentada, sino la salud. Así se explica en el estudio “Running as a Key Lifestyle Medicine for Longevity” de la Universidad de Iowa. Afirman que las personas que practican running, viven de media 3 años más que los que no lo practican.

En cuanto a los huesos, el estudio Running May Provide More Benefits Than Resistance Training” publicado por la Universidad de Missouri en el año 2009, explica que “los deportes de alto impacto, como correr, parecen tener un mayor efecto beneficioso en las personas con enfermedades como la Osteoporosis”. 

Por otro lado, los cambios físicos se notan antes o después, dependiendo de cada persona. Pero además, según un estudio de la Universidad de Syracuse correr es uno de los deportes con los que más calorías se queman. “Correr tiene un mayor coste de energía que caminar, tanto en la calle como en la cinta”, exponen en sus conclusiones.

Pero no se debe olvidar cuáles son los límites de cada uno. Correr sin conocimiento puede acarrear consecuencias importantes en tendones y huesos, completamente alejados de los beneficios de este deporte. Por ello, para evitar cualquier tipo de lesiones se deben seguir las pautas dadas por los profesionales.