Hablamos en el Hangar, en Uno de los Nuestros, con José Antonio González, director del Kernel de Capital radio, sobre por qué no deberíamos descargar FaceApp, la nueva aplicación de fotos que está de moda.
FaceApp es una aplicación que lleva tiempo en el mercado pero se ha puesto de moda ahora. Esta plataforma te permite editar fotos de tal manera que, a partir de tu rostro y a través de un algoritmo, te pone rasgos de anciano, de mujer, de hombre, de niño, sonrisas, y un sinfín de posibilidades que los usuarios no dudan en utilizar para ganarse un rato de risas.
Sin embargo, detrás de estos divertidos momentos se encuentran nuestros datos personales en peligro ya que "si algo es gratis, el precio eres tú". FaceApp ha hecho saltar la alarma de los expertos en protección de datos porque la aplicación tiene una política de privacidad bastante ambigua y que, aparte de no ser clara, no se ha actualizado desde hace dos años.
Para comprobarlo solo hace falta ver los permisos que implica su descarga dentro de tu smartphone. En su política de privacidad, la aplicación informa de que tendrá acceso a tu galería, a tu cámara de fotos (como es de esperar), pero también a la información de tu comportamiento a través de cookies, otras herramientas e identificadores de tu dispositivo para "mejorar la experiencia del usuario".
Además, en dispositivos de Android, al descargar la aplicación automáticamente le das permiso a: leer contenido de la tarjeta de memoria, modificar o eliminar contenidos de la tarjeta de memoria, acceder a toda la red, ver conexiones de red, evitar que el teléfono entre en modo de suspensión (es decir, consume batería constantemente), servicio de facturación de Google Play (ya que hay compras dentro de la aplicación), recibir datos de Internet y leer la configuración de servicios de Google.
FaceApp almacena y procesa esta información en Estados Unidos y otras regiones donde tengan instalaciones y donde tienen prohibido comprar o vender los datos personales que reciben. Sin embargo, dejan claro que existe la posibilidad de que en algún momento esa información se transfiera a otro país donde las leyes acerca de la recopilación y uso de datos personales no sean las mismas que en Estados Unidos, lo que significa que tu información puede pasarse a un tercero en caso de que la app sea comprada o desaparezca sin que tú lo sepas ni recibas un céntimo.