Sony eleva previsiones de ventas para su división de juegos y pone grandes esperanzas en sus nuevos casos de realidad virtual que lanzará en octubre. Sin embargo, reduce su perspectiva para la división de sensores de imagen ante una menor demanda de teléfonos inteligentes. La japonesa se ha marcado el objetivo de situar su beneficio operativo por encima de los 500.000 millones de yenes, 4.414 millones de euros.
El área de vídeojuegos y de servicios en línea son el principal motor de crecimiento a medio plazo dentro del plan corporativo de la empresa, gracias a las buenas ventas de la consola PlayStation4, que acumulan ya 40 millones de unidades comercializadas en todo el mundo. Otro de los factores es el aumento de los suscriptores a su red de juegos.
Sony aspira a dar un nuevo impulso a su videoconsola de última generación con el lanzamiento de un casco de realidad virtual para esta plataforma, previsto para octubre de 2016 por 399 dólares, 200 dólares menos que el casco comercializado por Facebook. La compañía destaca que la realidad virtual es un área con gran potencial tanto para los videojuegos, como para otros sectores de negocio.
El presidente de la compañía, Kazuo Hirai, apuesta por "introducir un nuevo modelo de negocios que ofrezca nuevas experiencias para los usuarios". Para ello, Sony combinará las fortalezas de sus áreas de tecnologías audiovisuales y de entretenimiento doméstico con los últimos avances en robótica e inteligencia artificial. Además, la empresa de Hirai trabaja en el desarrollo de un robot doméstico "capaz de llegar al corazón de la gente" y que prevé comercializar próximamente según indica el japonés.
Los videojuegos impulsan a Sony
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