El beneficio neto ajustado de Repsol cae un 62% en el tercer trimestre del año, por el impacto el precio del petróleo en la división de upstream (operaciones de exploración y desarrollo), cuya producción se ha incrementado tras la incorporación de la canadiense Talisman.

La compañía alcanza un beneficio neto ajustado a extraordinarios y a coste constante de inventario de 159 millones de euros, frente a los 139 que esperaba el consenso de Reuters. Precisamente, en esa última partida el negocio de upstream genera una pérdida ajustada de 395 millones, frente al beneficio de 185 millones de un año antes.  Este agujero podría haber sido mayor de no ser por los altos márgenes de beneficio en su negocio de refino, su tabla de salvación desde que comenzaran a caer los precios del crudo. En esta división el beneficio neto ajustado alcanza los 682 millones de euros en el tercer trimestre (+3,5%).

En los nueve primeros meses del año, Repsol alcanza un beneficio neto ajustado de 1.399 millones de euros. Este resultado supone una mejora del 5% respecto al mismo periodo del año pasado. Con estas cuentas, el grupo liderado por Josu Jon Imaz reitera su objetivo de obtener entre 1.600 y 1.800 millones en el conjunto del ejercicio.

En Capital Radio, Álvaro Blasco, director de atlCapital, explica a qué se debe el descenso hoy en bolsa de la petrolera:

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A las 13:00, la empresa se reunirá con analistas. Tras presentar su estrategia para los próximos años, no se espera que la compañía ofrezca  muchos más detalles. Los analistas sí esperan algún comentario sobre las emisiones de deuda híbrida por 3.000 millones de euros aún pendientes.

Recogemos también la opinión de Victoria Torre, directora de análisis de Selfbank:

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