El empleo es uno de los grandes problemas estructurales en España. De hecho, el paro ocupa con frecuencia los primeros puestos como respuesta en las preguntas por los principales problemas del país. Así ha sido en los últimos barómetros del CIS. ¿Qué ocurre en nuestro país para que esto sea así? ¿Cuáles son las causas? Tratamos este tema para intentar comprender las claves del empleo en España.
Debatimos sobre ello con Javier Blasco de Luna, director de The Adecco Group Institute, y Rafael Doménech, Head of Economic Analysis de BBVA Research.
Escucha el programa completo en este podcast:
En esta nueva entrega de Transforma España, hablamos sobre la situación del empleo en nuestro país. Nos acompañan Javier Blasco de Luna, director de The Adecco Group Institute, y Rafael Doménech, Head of Economic Analysis de BBVA Research. De la mano de Eduardo Serra y moderado por Federico Quevedo
Para Eduardo Serra el empleo es uno de los principales problemas de nuestro país. Son muchos los derechos y avances sociales que hemos adquirido relacionados con el trabajo: la incorporación de la mujer al trabajo o el Estado de Bienestar que ha traído el seguro de desempleo; pero también nos enfrentamos a otros problemas, como la amenaza de programas de software y robots que sustituyen el trabajo de las personas, el cambio de la demografía o la deslocalización de industrias. Según Serra, podemos afirmar que el el trabajo en España "es un fracaso".
Javier Blasco afirma que en España sufrimos los mismos problemas en nuestro mercado que hace años, como la tasa de desempleo. Y señala que cada vez que tenemos una crisis, hay países que salen reforzados, mientras que España se queda atrás.
Rafael Doménech señala que España es "una anomalía internacional". "Si hacemos cuentas, desde 1980 hasta antes de la pandemia, la tasa de paro media de la economía española ha sido del 16'9%. Diez puntos de diferencia con respecto a la media que han tenido las economías europeas, países con los que compartimos un proyecto político, económico y social", ejemplifica.
Se cree que esto se debe a que tenemos un capital humano y una formación peor que el resto, pero esto no es así, según Rafael Doménech. Ya que somos productivos y estamos más cualificados que el 80-85% de los países a nivel internacional. Es por ese motivo que culpabiliza a las regulaciones porque opina que provocan que el mercado no funcione de forma eficiente.
Eduardo Serra señala a la falta de ajuste entre oferta y demanda, la cual esta última varía en un 8% cada año, mientras que la oferta varía un 2%. Cada vez están mas desajustadas.
Según Javier Blasco, existe una escasa cultura y fomento de lo que es el emprendimiento. Y esa "tentación del legislador de pensar que a través de modalidad contractuales se genera empleo es un error de base".
El empleo genera estabilidad y también ese circulo virtuoso que tiene que ver con el crecimiento salarial, que es otro de los problemas de nuestra economía, aparte del paro y la temporalidad.
Según Eduardo Serra, no ser amigo de las empresas solo provocará que estas se marchen del país y "eso es malo para todos". Por otra parte, Blasco pone como ejemplo los modelos nórdicos, donde hay mucha flexibilidad normativa y, aunque sea proteccionista con las personas vulnerables, es un modelo disuasorio para el cobro de una prestación. Además, destaca que en estos países hay una colaboración público-privada eficiente.
"En nuestro país se quedan sin cubrir puestos de trabajo clásicos, donde hay dinero para invertir en formación", critica Javier Blasco. Y señala que la formación profesional es de las más dinámicas y las que están más cerca de la oferta, pero ve como un error que no se acerque al mundo de la formación universitaria. Además, critica también la formación excesiva de los ciclos formativos.
¿Qué habría que hacer?
Rafael Doménech opina que hay que hacer cuatro cosas: mejorar y modernizar la regulación del mercado-trabajo, es decir, la contratación, ya que debería ser más flexible; reflexionar en torno a por qué el sector público tiene una temporalidad más alta que el privado; mejorar los procesos de intermediación en el mercado de trabajo entre las vacantes que tienen abiertas las empresas y los trabajadores que buscan empleo, tanto si están desempleados como si son empleados, y, por último, mejorar la negociación colectiva, ya que otros países como Alemania han demostrado que esto se traduce en una mejora de empleo e innovación.
El camino para emprender debería estar aproximado a conocer mejor el tejido productivo. "Estamos viendo que los contratos de duración determinada en función de los sectores existen en general en toda Europa", afirma Blasco. Hay una temporalidad necesaria e inherente. Se debería buscar cuáles son las necesidades de temporalidad de cada sector. "Lo que dicen las empresas en el peor de los casos es que necesitan un 20%", asegura el director de The Adecco Group Institute.
Uno de los graves problemas de España es la falta de empleo entre los jóvenes. Eduardo Serra cree que "existe un pensamiento que dice que el trabajador es el bueno y el empresario es el malo". Y como en España se ve al trabajador como el débil, se le defiende y se ataca al empresario. Serra ve esto como un problema porque se le coloca una carga al empresario con obligaciones que no puede acarrear.
La contratación de las empresas en la actualidad
Las empresas pretenden alargar al máximo el periodo de contratación porque es síntoma de que la compañía está creciendo y funcionando eficientemente. No obstante, "las empresas no van a contratar un fijo o un discontinuo a una persona que esencialmente no es indefinida, no hay una necesidad estable en el tiempo. Además, ¿por qué tienes que meter una rigidez de tener que contratar indefinidamente a una persona cuando es una actividad cíclica?", reflexiona Blasco. Cuando una empresa contrata a una persona, esa misma compañía no sabe cuánto tiempo va a necesitar realmente a esa persona.
Por otra parte, los proyectos ahora son algo muy común: personas que trabajan para crear un proyecto y, después, hacen otro. Una cosa es que el contrato sea indefinido y otra permanente. Respecto al primero, se trata de que el empleado esté el máximo tiempo posible, pero con la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Si las clausulas de recisión de contrato fueran objetivas y hubiera seguridad jurídica, las empresas podrían hacer más contratos indefinidos, aunque fuera para hacer un proyecto, ya que la empresa podría volver a tener esa persona para otros futuros proyectos.
En resumen, habría que combinar la máxima flexibilidad con la máxima seguridad.