La crisis está siendo especialmente dura para ciertos colectivos que tienen más difícil su incorporación al mundo laboral. La pandemia ha traído una digitalización de guerra, pues había que crear una alternativa que no pusiera en peligro todo el sistema productivo, Pero ante esta emergencia, los jóvenes, un colectivo de nativos digitales en su gran mayoría, han sido curiosamente los que más han sufrido su incorporación al mercado laboral.
Esto nos lleva a plantearnos la siguiente reflexión a modo de pregunta: sí tienen capacidades digitales solidas ¿Por qué es tan complicada su empleabilidad? La respuesta encierra una clave, pues ahora más que nunca, es fundamental formarse en las soft skills más demandadas.
Aparte de la inquietud de aprender constantemente, tener la capacidad de adaptarse a todo tipo de situaciones, es más necesario que nunca.
Los jóvenes entran en un proceso de constante aprendizaje: master, idiomas, programas….pero nadie les dice cómo deben adquirir esas habilidades complementarias de vital importancia. Aparte de la inquietud de aprender constantemente, tener la capacidad de adaptarse a todo tipo de situaciones, es más necesario que nunca. Las organizaciones necesitan trabajadores ágiles y flexibles, capaces de hacer frente a los continuos cambios del mercado y a un futuro laboral y económico lleno de incertidumbre y convivir con la incertidumbre, si no se está preparado, es muy duro.
Deben desarrollar la inteligencia emocional para percibir, controlar y evaluar las emociones propias y de aquellas que les rodean. Saber manejar las emociones es especialmente importante en situaciones en las que estamos bajo presión y salvo en los tiempos de exámenes, los jóvenes no están acostumbrados a ello.
Deberán ser flexibles y actuar con persuasión, es decir, ser convincentes. Esta capacidad es muy importante en el mundo de los negocios, ya sea para un emprendedor en busca de inversores, o un profesional que está ofreciendo sus servicios en una entrevista de trabajo.
Los jóvenes deben ser capaces de adaptarse a los cambios fácilmente y por ello les van a exigir adaptabilidad, pues las empresas necesitan trabajadores que puedan cambiar su mentalidad, tan pronto como surjan nuevos problemas y situaciones inesperadas. Ahora más que nunca hay que potenciar iniciativas desde el mundo pyme para incorporar talento y los jóvenes lo tienen de sobra. Aquí lanzamos el reto…