El modelo de grandes desarrollos urbanísticos en la capital parece que no se va a repetir en un futuro. Asi concluye nuestro debate en Inversión Inmobiliaria sobre la problemática a la que se han tenido que enfrentar los grandes desarrollos urbanísticos en Madrid, que sirvan como ejemplo Valdebebas y Berrocales, entre otros muchos, pero que al final todos se han encontrado con las mismas dificultades. El urbanismo que se está construyendo ahora en 2016 en Madrid es la consecuencia de un plan general de urbanismo que se aprobó en 1997 y que en el caso de Valdebebas las obras no se empezaron hasta 2006 y en Berrocales hasta 2001. El concepto de tiempo en el urbanismo es hablar de lustro. "Tiene que haber un cambio en el marco legislativo que permita una mayor flexibilidad y responder a situaciones de crisis como la que hemos vivido para que no generen un parón como el que hemos sufrido y ahora la consecuencia es la falta de suelo para dar respuesta a toda la demanda embalsada que se ha generado durante la crisis. Probablemente haya que ir a desarrollos más pequeños para facilitar cambios de uso y tener capacidad de reacción cuando se dan situaciones de crisis", afirma Jorge Serrano, director gerente de la Junta de Compensación de Valdebebas.
"El problema que tenemos ahora es que nos exigen por adelantado llevar a cabo las infraestructuras de las cuales no estamos obteniendo ningún retorno. Nosotros en Berrocales, hemos arrancado en 2001 y no tenemos ninguna vivienda puesta todavía pero sin embrago llevamos invertidos 191 millones con dinero privado de los propietarios y empresas. Se ha acometido la ampliación de la Autopista A-· 3 y se ha hecho sobre suelos de los Berrocales y esos suelos se han ocupado por el Ministerio de Fomento. Yo creo que hay que volver a la inversión pública ahora no contamos con la financiación bancaria como antes y que todo sea con capital privado es un error. Hay que recuperar la inversión pública y que sea un sistema de compensación", afirma Joaquín Gómez, gerente de la Junta de Compensación de Berrocales.
"La ciudadanía y las empresas lo que esperan es que no se cometan los errores que se hicieron en el pasado en la época del boom inmobiliario donde todo se vendían y se hacían planeamientos residenciales sin tener en cuenta usos dotacionales y e infraestructuras. Ahora, las empresas quieren seguridad jurídica y saber los tiempos de desarrollo cuando acometen inversiones en este tipo de proyectos residenciales no olvidemos que los casos que en esta mesa tenemos vienen de 1997. Los ciudadanos también quieren tener la seguridad de que si invierten sus ahorros de toda la vida para comprar una vivienda que sea de calidad", apunta Raquel Día, jefa de la sección de economía del periódico Cinco Días.
Valdebebas es un desarrollo urbanístico situado al norte de la capital sobre un total de 1.100 hectáreas donde conviven distintos usos tanto residencial como terciario con oficinas y comercial. Este gran desarrollo contará en un futuro con 12.000 viviendas. Actualmente ya hay 4.000 viviendas habitadas y otras 4.000 en fase de desarrollo. Berrocales se encuentra en el kilómetro 12 de la carretera de Valencia cerca del PAU de Vallecas y del centro comercial La Gavia y este desarrollo ocupa ocho millones de metros cuadrados con una edificabilidad de tres millones de metros y una mezcla de usos tanto residencial como terciario e industrial.
"La demanda existe y estos grandes desarrollos son la oportunidad para muchas familias que quieren comprar hoy una vivienda dentro del termino municipal de la capital. En un futuro los ciudadanos tendrán que buscar vivienda de obra nueva en municipios colindantes porque no hay suelo. Y esa falta de suelo está provocando una inflación de los precios", explica Jorge Serrano, director de la Junta de Compensación de Valdebebas.
Madrid no tendrá en un futuro grandes desarrollos urbanísticos como Valdebebas y Berrocales
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