La falta de suelo empieza a ser un problema para el sector inmobiliario que ve como su materia prima se acaba y por consiguiente los precios se disparan. Del presente y del futuro del mercado del suelo se centró el debate de Inversión Inmobiliaria donde los expertos apuntaron que el entorno político de incertidumbre que vivimos ha generado una ralentización en las operaciones de suelo y los agentes de compra en estos momentos prefieren esperar a que se forme un Gobierno en España para ver el rumbo que tomará el país. Si a esto le sumamos la escasez de suelo en Madrid y los alrededores porque no ha habido políticas adecuadas, habrá finalmente un calentamiento del precio del suelo.
"Durante el año 2015 se ha producido una evolución alcista en los precios de repercusión del suelo finalista. El precio del suelo ha subido una media del 15% en Madrid y en algunos casos se ha llegado hasta el 35% ", afirma Ernesto Tarazona, socio director del área residencial y de suelo de la consultora Knight Frank, que además apunta que "vamos a ver una corrección del precio en el suelo este año porque se dan dos factores importantes. Por un lado, el contexto político de incertidumbre ha paralizado la actividad, y por otro, las pocas transacciones que se están dando no se hacen por el lado del promotor, sino por el lado de las cooperativas que funcionan con un proceso diferente pueden comprar más caro porque su modelo es de autopromoción, el cliente es el que financia"
En este contexto Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la inmobiliaria Via Célere y Presidente de Asprima y APCE pone sobre la mesa de debate un objetivo que no hay que olvidar " El cliente está al final de todo este proceso y es el que va a comprar una vivienda. Este cliente acaba de pasar por un periodo de crisis muy importante donde ha visto reducida su capacidad adquisitiva, luego aunque tenemos datos de que el precio de la vivienda sube, el último el de Tinsa, un 2,7%, son subidas leves que no acompañan para nada a subidas del 35% del suelo". Gómez Pintado desde los micrófonos de Capital Radio lanza un mensaje al sector "no hay que entrar en la dinámica de subida de precios en el suelo porque al final de todo este proceso está el cliente que tiene que comprar una vivienda y no va a ser tan solvente si el producto final se encarece". Gómez-Pintado asegura que el suelo representa en estos momentos el 50% del valor de la inversión, mientras que en 2004 era el 15%.
Los fondos de inversión han empezado a interesarse por la inversión en suelo. Según Iván Rodríguez, Consejero delegado de la promotora Ikasa, hay varios compradores de suelo, por un lado están los fondos que intentan ser muy rigurosos en la compra de suelo y no pagan más de lo que se puede. Luego están los promotores que están "fundidos" y como no hay financiación tienen que aliarse con un fondo o no pueden hacer nada y en tercer lugar están las cooperativas que es autopromoción y son las empresas que en estos procesos de subida de precios de suelo lo van recalentando porque acceden a comprar suelos más caros". Bajo su experiencia Iván Rodríguez asegura que en el segundo trimestre de 2015 se ha dado un calentamiento del suelo. "Nosotros estamos continuamente estudiando suelos y vemos que para poder comprar suelo hay que empezar otra vez a volver a jugar con las expectativas del precio de la vivienda porque los números no salen".
Para José Luis Ruiz Bartolomé, experto del sector y socio de Certus Capital la presión de precios en el suelo o de que haya más o menos compradores tiene que ver con el tema de la financiación. "Hemos pasado de un escenario antes de la crisis donde la financiación era bancaria y era muy fluida. Ahora no es así. Hoy en día no hay financiación para comprar suelo y tienes que recurrir bien a fondos propios y poner tu el dinero o lo captas del cliente final que es lo que hacen las cooperativas, por eso este modelo está triunfando o a través de fondos de inversión donde creas una coalición con un socio local que el pone el knwo how y el fondo el capital".
El precio del suelo se dispara hasta un 35% en Madrid, según la consultora Knight Frank
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