Con una incidencia acumulada rompiendo todas las previsiones y con la curva de contagios COVID-19 por ómicron que aun no ha alcanzado el pico, se ha vuelto a recomendar, en los casos que el desarrollo del trabajo lo permite, volver al teletrabajo, pero ¿España está preparada psicológicamente para continuar con este modelo? Mi opinión al respecto es que las capas directivas de las pymes no acaban de ver claro este modelo, ya que se cree que teletrabajar no es igual de productivo que si se estuviera en la oficina. No obstante, con el trascurso del tiempo, las empresas se están dando cuenta de que es un modelo que realmente funciona, además de ser el mejor modelo de conciliación familiar, mejorado claramente cuando incorporamos un modelo mixto de teletrabajo y presencial.
El informe "Hopes and Fears 2021" que recoge la opinión de 32.500 trabajadores de 19 países, indica que el 72% de los entrevistados, apuesta por una combinación híbrida de trabajo presencial y virtual. El 19% preferiría no volver a una oficina física y trabajar totalmente a distancia y solo el 9% apuesta por volver a trabajar como antes de la pandemia. Un dato curioso de este informe es que los trabajadores de las áreas metropolitanas (66%) se inclinan más por teletrabajar que aquellos que viven en zonas rurales (44%).
Trabajar de forma remota, no es simplemente trabajar desde una nueva ubicación
El teletrabajo exige autodisciplina y esto implica planificar y estructurar el día a día. Si lideras un equipo, además, deberás preocuparte por él, fijando objetivos, distribuyendo tareas y plasmándolas para que todos las tengan claras, así como mantener un feedback constante con ellos. Todo ello viene condicionado por una de las soft skills más apreciada y demandada en estos momentos: la adaptabilidad. La podíamos definir como la capacidad de responder con flexibilidad a los cambios que ocurren en el entorno y adaptarse con facilidad a nuevas realidades.
Trabajar de forma remota, no es simplemente trabajar desde una nueva ubicación. Las reuniones virtuales nos han ayudado a seguir manteniendo el contacto, pero nunca podrá ser comparable con un apretón de manos o con mirar a los ojos de cerca a la otra persona, pero esto tal vez deberá esperar un poco……